Secciones
Servicios
Destacamos
Edición
V. J. H. B. V. J. H. B. V. J. H. B.
Domingo, 24 de febrero 2008, 03:38
Necesitaba como el comer un triunfo y el de ayer es alimento para continuar luchando por la permanencia en la Liga Asobal.
Keymare Almería no puede dejar de ser colista esta semana, porque hasta ayer estaba a tres puntos del vicecolista, pero acaso lo más importante no son los puntos, que también, sino la impresión que dio el equipo externamente y quizás, más aún, a sus propios integrantes.
El equipo naranja fue otro ayer. Y lo fue porque tiene dos jugadores que tienen que ser referencia, punto y aparte en el campeonato, uno en cada lateral de la primera línea, como son Vladimir Petric y Ljubomir Pavlovic.
Ayer, Pavlovic fue el mejor de su equipo y del partido. Y lo fue por su calidad personal, pero también porque la defensa cántabra no podía ocuparse de él en exclusiva, porque en el otro lateral tenía a un Petric que parece, de una vez por todas, haber dejado atrás sus problemas y lesiones.
Con ambos en pista, el equipo es un peligro cuando el balón circula en los nueve metros, porque en cualquier momento puede surgir el 'latigazo'.
Con esas dos peligrosas armas, Txema Senosiain -cuya cabeza pudo ser salvada ayer por la victoria, aunque según palabras del presidente no está cuestionado-, montó el técnico su ataque, que en realidad fue la clave de la victoria, con 31 goles anotados.
Eso sí, tampoco hay que desdeñar la defensa naranja de la segunda mitad, que ahogó por completo a un ataque estático incapaz y soso de Teka Cantabria, que en ningún momento se vio cómodo, durante esos segundos 30 minutos.
La primera, peor
La primera parte fue peor para el equipo almeriense, que funcionó en ataque, pero no en defensa. Los de Senosiain mantuvieron a raya a Teka Cantabria en todo momento, aunque los de Domínguez se marcharon al descanso con uno arriba, que pudieron ser dos.
Al cuadro naranja le faltaba retocar su estructura defensiva, cosa que, al parecer, sucedió en el vestuario.
Ataque y defensa
La decoración cambió de manera radical a la vuelta del vestuario. Pavlovic y Petric tomaron el mando, bien ayudados en ataque por Tavares y Tioumentsev.
Pero el verdadero 'cambio radical' sucedió en defensa, donde Olea y Pavlovic -también con Kraljic- en el centro y Marc García e Íker Serrano a ambos lados, provocaban la desesperación del ataque cántabro, hasta el punto de que el portero Perisic casi no tenía que intervenir.
El conjunto naranja jugó sus mejores minutos y llegó a estar cuatro arriba (20-16), con un buen movimiento de balón en ataque y, sobre todo, Vladimir Petric demostrando estar recuperado de su lesión y formando una sólida pareja de laterales junto con Pavlovic.
Mientras, Teka parecía perdido sobre el parqué, sin fórmulas para detener las acometidas de la primera línea local y sin ideas en ataque, quedándose atrancado en el gol 17 hasta que el marcador alcanzó un 23-17 que rompería Óscar Río desde el punto de siete metros. Tarde, bastante tarde ya, solicitó tiempo muerto el técnico visitante, Juan Domínguez, cuando su equipo casi había arrojado ya el partido y el marcador reflejaba un amplio 24-18.
Con el choque sentenciado, Teka Cantabria no logró meterse en el partido y el final del encuentro fue un paseo para los de Txema Senosiain, que pudieron celebrarlo con la grada. Puede ser el punto de arranque. Era complicado y se demostró. Vícar Goya Jarquil no pudo con Itxako Estella, un equipo poderoso y que este año lo es más que nunca. Las de Miguel Ángel Florido no hicieron un mal partido e, incluso, le plantaron cara a su rival hasta más allá del ecuador del primer tiempo.
Después, el cuadro navarro empezó a poner la directa y las locales no pudieron aguantar el ritmo, aunque al descanso sólo perdían por tres tantos (6-9).
En las filas vicarias, Koleva fue la jugadora más inspirada, con ocho tantos, aunque éstos no fueron suficientes para dar la sorpresa. No es la primera vez que BM Puertodulce Roquetas anda rondando la sorpresa ante uno de los grandes del balonmano femenino español. Con tanto ir el cántaro a la fuente, tenía que romperse un día u otro y ello vino a ocurrir precisamente ayer.
Visitaba el Pabellón Infanta Cristina uno de los equipos más poderosos del campeonato, Cementos La Unión Ribarroja, uno de los clásicos de la Liga ABF Costa Blanca, aunque este año un poco venido a menos.
Y cualquiera que llegue este año a Roquetas y no lo haga en plenitud de forma, está expuesto a que le ocurra lo que le pasó ayer a las valencianas.
El cuadro roquetero le dio un baño a su rival en el primer tiempo, marchándose al descanso con seis goles arriba, con un juego sólido y compacto y una portera, Jackie Oliveira, segura en todas sus acciones.
Las dificultades llegaron en la segunda mitad, cuando espabiló algo el rival valenciano, que incluso se llegó a colocar a tres goles. Sin embargo, con la entrada de Trini Mari Cañellas volvieron las cosas a su sitio y el poderío roquetero no sólo no permitió la remontada sino que incluso la aumentó a cinco tantos al final.
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Detenido un hombre al que se le cayó un revólver al suelo en la plaza de Coca
El Norte de Castilla
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
España vuelve a tener un Mundial de fútbol que será el torneo más global de la historia
Isaac Asenjo y Álex Sánchez
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.