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BIEN. Nikcevic, el hombre más en forma de Keymare, bate al ex almeriense Pejanovic. /M. MANZANO
Bendito Marc
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Un lanzamiento del catalán, sobre la bocina, saca a Keymare del descenso Guillermo Plaza debuta con triunfo en casa, en una exhibición desde el banco

VÍCTOR J. HDEZ. BRU

Jueves, 20 de marzo 2008, 10:37

En deporte, el tiempo de las dificultades es el tiempo de los obreros, de los guerreros, de los hombres de casta. Hace dos semanas, decía Voja Kraljic, quien por cierto, ayer jugó con alta fiebre, que había que salir «con el cuchillo entre los dientes».

Ayer, en un 'semi-vacío' Rafael Florido, se vio a un equipo en el que mandó la casta, la raza, el coraje y las ganas, bien combinado con las lecciones del maestro Plaza. Y el resultado fue una victoria, con gol sobre la bocina de uno de esos guerrilleros, un hombre que no suele aparecer en las crónicas ni brillar en los resúmenes, pero que cada día se deja la piel sobre el parqué para que su equipo saque el mejor resultado.

Ayer, con empate en el marcador y un jugador menos, con la nave naranja haciéndose a la idea de que otra vez volaban los puntos del 'Florido' a pesar de haber tenido tres arriba a poco tiempo del final, surgió la figura de Marc García, un defensor, un hombre de esos que rara vez le ven la cara al portero rival, que presa de su coraje sin límites y de la fe en uno mismo que da el darlo todo en cada acción, marcó un gol que vale dos puntos y, en el peor de los casos, unos cuantos días fuera de la zona de descenso.

Lo merecía él, por su trabajo inconmensurable; lo merecían todos, por lo que están sufriendo en muchos sentidos, algunos de ellos insospechados; y lo merecía Guillermo Plaza, un hombre que, con todos los respetos -que también los merece- al técnico anterior, ayer dio una exhibición de dirección de partido, parando cuando había que parar, moviendo sus peones lo justo para llevar el partido al único sitio que le podía significar una victoria y, en general, dejando claro que este club se ha equivocado muchas veces con él y que, por fin, puede estar empezando a pagarle la amplia deuda que tiene contraída con el 'maestro' desde hace años.

Pejanovic amenazaba

En la primera mitad, la igualdad fue la tónica predominante, con la máxima diferencia para los visitantes cifrada en los dos goles que tuvieron a su favor en dos ocasiones.

El primer golpe lo dio Tabisam Torrevieja, que se colocaba con dos arriba cuando el choque apenas se desperezaba, aprovechando una superioridad numérica. Reaccionaron inmediatamente los locales, con un cambio defensivo y para colocar la igualada y colocarse por delante, con tres goles de un Ivan Nikcevic que demostraba que es el hombre más en forma del equipo de Guillermo Plaza.

Sin embargo, de nuevo Torrevieja se sobrepuso de nuevo y, con un gran Pejanovic en portería y la entrada en pista de Edu Gurbindo, que anotó tres goles prácticamente consecutivos, se volvía a colocar dos arriba (9-11).

El portero serbio también dejó claro ayer, sobre la pista, donde hablan los deportistas, que está a otro nivel y que la decisión del club naranja, este verano, de no renovar su contrato a pesar de que él quería seguir en Almería por muchos motivos, fue un craso error que se ha pagado caro esta temporada.

Mientras tanto, el partido seguía y, por segunda vez tuvo que reaccionar el equipo de Plaza, ahora liderado por Ljuba Pavlovic, para hacer subir un empate a doce al luminoso, que ya no volvió a registrar diferencias en el resto de la primera mitad y que acabó con empate a catorce.

Sufrida y de infarto

Tras el descanso,Keymare regresó a la pista más 'enchufado' y, de hecho, fue el dominador del segundo período, aunque su habitual irregularidad le impidió sentenciar el choque.

En cinco minutos había dibujado su máxima renta (18-16), con un Torrevieja que no encontraba huecos en la defensa naranja y que, pasados trece minutos, ya vencía por cuatro (21-17), con dos golazos de Petric.

Pero el sino de Keymare era sufrir y sufrió. Enseguida llegaba una primera remontada y, a falta de once minutos, Torrevieja se ponía con 22 y tiempo muerto de Guillermo Plaza. El 'maestro' dio su primera lección y volvió a cambiar la decoración. Pavlovic, con dos goles consecutivos, colocaba el 25-23, que pronto pasaba a ser un 27-24.

Sin embargo, de nuevo igualaba el equipo alicantino, tras quedar Keymare con uno menos cuando ganaba 28-26. La exclusión de Petric dejaba a los de Plaza en inferioridad hasta el final. Con 28-27, Pejanovic sacaba una gran parada y, acto seguido, Andersson marcaba desde el pivote. Sin embargo, sobre la bocina, Marc García, bendito Marc, colocaba el definitivo 29-28.

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