La defensa 'a muerte' da a Keymare su primer 'golpe'

«Estamos en buena línea», decía Antonio Miras el jueves, en rueda de prensa. Y ciertamente que, mirando a la clasificación, costaba creerlo, con seis derrotas en otros tantos partidos. Pero llevaba razón el presidente. La magnífica impresión causada por el equipo en el choque ante León avalaba una aseveración que ayer quedó demostrada. No cabe duda de que Keymare es un equipo especial, acaso extraño en la Asobal, hecho 'deprisa y corriendo' tras un verano en la División de Honor B. Y eso le obliga a buscar caminos escondidos para llegar hasta la victoria. Ayer, el camino escogido por Gregorio Borrego y los suyos fue el de una defensa a ultranza, extraordinaria, que dejó a todo un equipo 'europeo' en 17 goles, para derrotarle por uno, in extremis y con mucho sufrimiento, pero traducida en dos puntos. Dos puntos que, hace 20 días, parecían casi una utopía para un equipo que aparentaba estar muy lejos del nivel de Asobal, pero que ayer le dio un golpe mortal a un equipo que, por cierto, llegaba al 'Florido' necesitado de éxitos, dada su situación complicada. Cuchillo entre dientes El choque fue igualado durante sus 60 minutos. Dos goles, a lo sumo, como máxima diferencia, y un encuentro de ida y vuelta, luchado y peleado en cada acción y en el que se jugó al ritmo marcado por los almerienses, que supieron pausar el juego y apostar por un encuentro a pocos goles, quizás su única oportunidad de vencer. A ello contribuyó no sólo el ritmo marcado, con un Eloy Félez que dejó claro que es un jugador de Asobal con todos los galones y que, además de dirigir y marcar el ritmo, anotó siete tantos; y también un Héctor Tomás que también terminó de consagrarse en la elite, con un partidazo espectacular, amargando a los lanzadores rivales. Enfrente, JD Arrate no terminaba de encontrar el camino, acaso echando de menos en exceso a Ivo Díaz pero, en definitiva, ahogado en el entramado defensivo de los de Gregorio Borrego. Ya en la primera mitad la igualdad fue la protagonista del choque, con intercambio de iniciativas y Arrate llegando a tener, como mucho, dos tantos arriba. Al descanso, uno arriba para Arrate y las espadas en todo lo alto. Pero en la reanudación, los almerienses tardaron diez minutos en volverá a colocar la igualdad en el marcador y, de hecho, hasta el último cuarto de encuentro no empataron el choque. Luego, más y más igualdad y resolución en el último minuto, para los naranjas.