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VÍCTOR J. HDEZ. BRU
Jueves, 7 de mayo 2009, 05:29
Esta vez no. La magnífica imagen que había venido dando Keymare Almería en sus últimas comparecencias, no se pudo mantener anoche, en Antequera. El equipo local festejó su salvación, en un encuentro en el que no se jugaban nada ninguno de los dos que estaban en liza.
El choque no tuvo absolutamente ninguna historia. El cuadro almeriense ya perdía por cinco goles cuando el choque llevaba tan sólo un cuarto de hora de juego. Pero lo peor vino después.
La diferencia local crecía de forma exponencial mientras se desataba la locura en la grada del Pabellón, sobre todo después del descanso, al que se llegó con seis arriba para el conjunto malagueño.
Con el choque ya absolutamente decidido, la segunda mitad fue para olvidar por parte de los almerienses, que encajaron un parcial de 22-8, desbordados por completo y por todas partes.
Esta vez se cumplió la lógica y un equipo absolutamente corto de efectivos, 'quemado' por la acumulación de minutos de sus jugadores y arrollado por un plantel mucho más completo y amplio, hizo lo que era inevitable, pero que no había hecho en encuentros anteriores: arrojar la toalla.
Se impuso la lógica y Antequera no aflojó, no levantó el pie del acelerador. Alexis, Prodanovic y compañía se sumergieron en un festival goleador que terminó con 42 goles para su equipo, en un encuentro que ha batido el récord de anotación antequerano en lo que va de temporada.
Esta vez Keymare sí jugó el papel de colista ya descendido y sin nada que hacer en lo que resta de temporada, aunque lo llamativo es que BM Antequera no cumplió el suyo, el de un conjunto que ya no se jugaba nada, pero que lo dio todo y ofreció un espectáculo a su afición.
El sábado, Keymare vuelve a casa, para despedir, junto a su ya corta y mermada hinchada, esta larga etapa en la Liga Asobal, que va a concluir con un futuro incierto y con una grada técnicamente vacía.
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