Llegan nuevos tiempos

No está siendo nada malo el arranque liguero de Vícar Goya Koppert, en la División de Honor femenina de balonmano. El equipo de Miguel Ángel Florido conquistó ayer un feudo otrora inexpugnable: el de Ribarroja, antaño uno de los grandes de la liga española, pero que ahora, por motivos económicos no ajenos a la mayoría de los actores en el deporte y en la sociedad en general, está algo 'venido a menos'.

Ayer, el cuadro vicario fue el 'grande' en la pista de Ribarroja, imponiéndose prácticamente de principio a fin y logrando ventajas importantes, especialmente en la segunda mitad, en la que llegó a tener siete tantos a su favor.

Y eso que el arranque del encuentro no favoreció al equipo de Miguel Ángel Florido, que se vio hasta tres goles por detrás en el marcador.

Sin embargo, la reacción fue rápida y contundente: al ecuador de ese primer período, el cuadro almeriense ya estaba con tres arriba, le había dado la vuelta al luminoso y se encaminaba a dejar sentenciado el choque por la vía rápida.

No fue así, al menos en la primera parte, puesto que al descanso tan sólo se llevó esos tres goles que ya tenía en el ecuador del período. Eso sí, ya no volvió a verse por detrás en el marcador en ningún momento del encuentro.

Y ya en la segunda parte, la ruptura definitiva. De hecho, en cinco minutos, su renta era ya de seis goles, que llegaron a ser siete, antes de que se produjera una tímida reacción local, que sirvió únicamente para que los siete tantos se quedaran en cuatro.

No obstante, de nuevo en la recta final se alargaron las diferencias, en un encuentro que llevaba bastantes minutos sentenciado, pero que las valencianas se habían empeñado en otorgarle algo de suspense.

El cuadro vicario ganó echando mano de sus habituales poderes: la lucha, la defensa y un magnífico reparto de responsabilidades, con hasta seis jugadoras anotando tres o más goles, de ellas, Alexia Kurchankova con seis goles, siendo la máxima realizadora del cuadro almeriense, con menos tantos que la ex-vicaria Mina Jelicic, cuyos ocho tantos no pudieron evitar la derrota de su equipo.