Imposición de galones

España impuso sus galones. La selección española disputó anoche su primer amistoso en tierras almerienses, antes del Torneo Internacional que se juega de viernes a domingo en el Moisés Ruiz.

Su primer partido coincidía, además, con el tercero consecutivo de Japón, que no pudo 'con su alma' durante el encuentro y demostró que tres días seguidos jugando son demasiados.

El resultado de todo ello fue una superioridad aplastante de las españolas que, lideradas por Macarena Aguilar, pasaron por encima del combinado nipón.

El choque había comenzado con gol de la almeriense Carmen Martín desde el extremo y con intercambio de golpes entre los dos equipos implicados.

Duró poco la igualdad, puesto que a los diez minutos, el juego describió una diferencia importante entre ambos: la que hay entre la frescura de las españolas y el cansancio acumulado del combinado nipón, que jugaba ayer su tercer partido en tres días, con el consiguiente resentimiento en las piernas de las jugadoras.

Así, el juego veloz y preciso, fulgurante y trepidante de los dos días anteriores, sobre todo del primero, se tornó pronto en una concatenación de fallos por parte de las japonesas, tanto de cara a portería como en el pase.

Y claro, el combinado de Jorge Dueñas, ajeno a ese cansancio y fresco en su primer partido de la semana, empezó a construir un abismo en el juego y en el marcador.

Así, en el ecuador del período, el conjunto español comenzaba un parcial que terminaría en 5-0 y haciendo subir un 11-5 al marcador, con tres goles de Macarena Aguilar y obligando al técnico visitante a solicitar tiempo muerto.

No sirvió para mucho el parón en el juego, nada más que para que la diferencia dejase de crecer a pasos agigantados, aunque siguió haciéndolo hasta el 16-8 del final del período.

En el arranque del segundo tiempo, la tónica no cambió demasiado, con el conjunto español jugando al contraataque y aprovechando las carencias físicas de las japonesas, agotadas por la acumulación de esfuerzos. Así se llegó primero a los diez goles arriba y pronto ya no quedó mucho por hacer en un partido decidido.