Educación se reunirá el lunes con la dirección del CEIP La Chanca

La Delegación territorial de Educación en Almería ha movido ficha inmediatamente tras saltar a la opinión pública que en el barrio de La Chanca se estaban movilizando muchos colectivos para hacer frente a los últimos «recortes» en unidades y maestros que estaban aplicándose en el colegio público ubicado en la Avenida del Mar.

Si el miércoles pasado, familiares, antiguos profesores, trabajadores, vecinos y colectivos sociales creaban una comisión para defender la calidad educativa del CEIP La Chanca y pedían una reunión «urgente» a la nueva delegada con el fin de atender sus reivindicaciones, ayer mismo Educación convocaba a la dirección del centro a un encuentro para el lunes.

Así lo confirmaron ayer a IDEAL fuentes de la comisión, quienes mostraron una prudente satisfacción ante la rápida respuesta de la Junta. Como desconocen cuál será la postura oficial que tomará la Administración, esperarán hasta después del encuentro para tomar posiciones. Lo que sí confirman es que llegarán «hasta donde haga falta» hasta que vuelva por lo menos el último profesor que han trasladado. Antonia Jorge tiene a su nieto en el CEIP La Chanca. Le parece «fatal» lo que están haciendo desde planificación con estos alumnos, que recuerda que estudian en un barrio con «20.000 problemas».

«Que se lleven profesores y eliminen clases hace que en los niños se agudicen más estas dificultades que sufren las familias que viven aquí», explica esta mujer, quien no entiende cómo desde la delegación obligan a meter en una sola clase a unos «30 alumnos», algunos de ellos con serias dificultades de convivencia.

Se desbordó el vaso

El traslado de un profesor de La Chanca a otra vacante el pasado 21 de septiembre fue «la gota que colmó el vaso», según informan desde esta comisión. La supresión de una de las unidades del cuarto curso se suma a otras acaecidas en los últimos años. Hasta cuatro han habido: tres en Educación Primaria y otra en Infantil. Por ello, la última decisión de planificación no ha hecho más que provocar la desabrida sensación entre los familiares de los alumnos de estar viviendo una película en la que el final ya está cantado. Esperan, sin embargo, estar equivocados. A ver el lunes.