Secciones
Servicios
Destacamos
Edición
Miguel Cárceles
Viernes, 2 de septiembre 2016, 00:14
«Cuentan de un sabio que un día tan pobre y mísero estaba, que sólo se sustentaba de las hierbas que cogía. ¿Habrá otra, entre sí decía, más pobre y triste que yo? Y cuando el rostro volvió halló la respuesta viendo que otro sabio iba cogiendo las hierbas que él arrojó». La décima de Calderón de la Barca ejemplifica la situación en la que se encuentra, a día de hoy, la provincia de Granada: tan mal está en términos ferroviarios, que prefiere viajar en un Talgo como el de Almería que seguir haciendo, y por un periodo indeterminado, transbordos en autobús.
En abril, tras los viajes-protesta de la Mesa del Ferrocarril al Parlamento de Andalucía (Sevilla) y al Congreso de los Diputados (Madrid) para exigir mejoras urgentes en los servicios ferroviarios, Ana Pastor, ministra de Fomento, se desplazó a Almería con muy buenas intenciones y un par de promesas bajo el brazo. La primera de ellas intentar rebajar el tiempo de los viajes a Madrid y sustituir los trenes Talgo IV por otros más modernos.
En ese instante, Renfe comenzó a remodelar una de las ramas de Talgo VI en su diseño interior. Llevan unos 20 años rodando por las vías españolas desde que se inauguraran con los servicios de Talgo 200 entre Madrid y las ciudades andaluzas de Huelva, Cádiz, Algeciras y Málaga cambiando de ancho en Majarabique (Sevilla) o Alcolea de Córdoba. Este primer tren ya está listo después de una remodelación interior en profundidad que ha llevado a cambiar los asientos, instalar sistemas de alimentación eléctrica en las butacas y de las pantallas de televisión entre otros.
El primer convoy remodelado entrará en servicio el próximo día 12 de septiembre, si bien Renfe aún no ha marcado a cuál de los dos trayectos diarios por sentido se le asignará en rotación. El segundo, también a remodelar en los talleres de Talgo en España, entrará en servicio en enero. Para entonces, si no hay sorpresa, también se cumplirá la segunda de las promesas la inclusión de coches adaptados a personas con movilidad reducida (PMR) sobre los que Talgo debe trabajar más en profundidad. Contarán con piso bajo, puertas de acceso más anchas, aseos adaptados y un espacio diáfano más amplio en la entrada para que las personas que utilizan sillas de ruedas puedan operar de forma autónoma.
Los trenes, por el momento, no utilizarán una de las características con las que cuentan estas ramas de Talgo, el cambiador de ancho, ya que todo el trayecto (Almería-Guadix-Linares-Alcázar de San Juan-Madrid) se efectuará por vías de ancho ibérico. No obstante, podrían utilizarse en un futuro por las vías del AVE a Granada mediante la ubicación de máquinas híbridas o cambiando de máquina. Esa sería la tercera promesa de Pastor, pero para ella aún no hay ni licitaciones ni materialización alguna.
Desde hace más de un año, para viajar a cualquier punto de España que no sea a Almería a bordo de los vagones de la compañía estatal Renfe, los granadinos se ven obligados a hacer cien kilómetros en autobús, bajarse en la estación de Antequera-Santa Ana, y esperar en los andenes a que llegue un tren desde Málaga para continuar su viaje (ya sea a Barcelona, Valencia, Zaragoza o Madrid).
La situación es transitoria, se debe al corte de vía entre Antequera y Granada para adaptar los carriles al AVE. Pero hace una semana, la petición de una de las constructoras de dicho ramal, la encargada del tramo de Loja -el más complicado- para que Fomento le rescinda el contrato ha alumbrado el enorme problema del Gobierno de España para poner en servicio de nuevo este tramo de vía ferroviaria. La empresa pide más dinero. Pero es tanto que Fomento estaría obligado a volver a sacar a concurso la obra. Y el corte de vía, que iba a durar apenas unos meses, podría eternizarse y permanecer vigente 'sine die'.
La Mesa del Ferrocarril de Granada -una plataforma similar a la almeriense que, de hecho, nació después a su imagen y semejanza- ha exigido a Fomento que ante esta problemática impida que los granadinos sigan haciendo transbordo para viajar en tren. Y la realidad es que Renfe tiene en su mano que dejen de hacerlo. El modo es muy sencillo: encaminando los trenes granadinos hacia Madrid, Valencia o Barcelona por las vías de Moreda, Linares y Alcázar de San Juan. De hecho, era el trayecto tradicional hasta que la extensión de las vías del AVE a Málaga y la construcción del cambiador de ancho de Antequera hizo más rentable -en tiempos de viaje- que los trenes granadinos viajaran por las vías malagueñas y no por las jienenses.
De cumplirse esta petición, almerienses y granadinos volverían a viajar a Madrid como lo hicieran hasta el año 2006, en un tren compuesto que en Linares se desgajaría para que un convoy viajara hacia Moreda y Granada y otro hacia Moreda, Guadix y Almería. Un tren compartido para las dos provincias orientales de Andalucía.
Sería una vuelta atrás para los granadinos que, sin embargo, mejoraría la calidad del servicio actual, privados de tren en todos sus trayectos salvo para viajar hacia Almería. Sin embargo, Renfe no está muy por la labor. La razón es que los viajeros granadinos sirven -indican fuentes cercanas a la compañía- para mejorar los datos de explotación del AVE a Málaga, cuya ocupación es mucho más elevada que a principios del año pasado, cuando aún no se efectuaban los transbordos de Antequera.
De implementarse esta medida, los almerienses continuarían viéndose obligados a transbordar en Granada y Antequera para viajar a Sevilla. Pero, además, se incrementaría el tiempo de viaje en los Talgo a Madrid en unos minutos, los necesarios para acoplar y desacoplar las ramas en Linares para que los coches almerienses y los granadinos hicieran juntos el trayecto entre Chamartín y la principal estación ferroviaria jienense.
La eternización en los transbordos por las discrepancias económicas entre Fomento y la constructora del tramo de Loja amenaza además con que los almerienses tarden más en mejorar sus tiempos de viaje hacia Madrid gracias a la inclusión en el trayecto desde la Intermodal de los prometidos trenes híbridos, unos convoyes que cambiarían de ancho en la estación granadina y que efectuarían el viaje entre Granada y la capital española por vías de AVE. El Ministerio que hasta hace pocas semanas dirigía la gallega Ana Pastor se había comprometido a construir un cambiador de ancho que utilizarían de forma exclusiva los convoyes almerienses. Pero sin vía AVE en Loja, no habrá mejoras vinculadas.
Siempre podría ser peor aún: Teruel es la única capital de provincia sin tren directo hasta Madrid.
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Detenido un hombre al que se le cayó un revólver al suelo en la plaza de Coca
El Norte de Castilla
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
España vuelve a tener un Mundial de fútbol que será el torneo más global de la historia
Isaac Asenjo y Álex Sánchez
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.