Borrar
'Temor', uno de los acrílicos realizados por Godoy que vienen recogidos en la publicación presentada ayer.
Homenaje al «otro joven pintor almeriense» que dio a conocer Celia Viñas

Homenaje al «otro joven pintor almeriense» que dio a conocer Celia Viñas

Una publicación y una retrospectiva aplauden la obra de Dionisio Godoy, acuarelista reconocido por sus temas arquitectónicos y la cercanía a lo popular

Javier García Martín

Jueves, 2 de abril 2015, 17:48

Durante mucho tiempo, el acuarelista le estuvo rondando a la idea de pintar el palacio de San Telmo, sede del Gobierno andaluz. Harto de verlo por la televisión, un día se puso frente a un lienzo de grandes dimensiones para destripar los entresijos de una fachada firme en el tiempo pero, ya en el cuadro, alegórica en sus pinceladas. Colocó a dos mendigas a su puerta y dio por terminada su conversación con el edificio.

Hoy, Dionisio Godoy, uno de los más outsiders de los indalianos ¬dejó de pintar en el apogeo de este movimiento almeriense y volvió a la brocha cuando se dispersaron sus miembros tiene 82 años, decenas de óleos, acuarelas y dibujos en sus manos y un homenaje por parte de la provincia que celebrar: el Palacio Provincial acogerá desde el próximo lunes una retrospectiva con medio centenar de obras y ayer se presentó en sociedad el que podría ser su catálogo, Un romántico de la acuarela, una publicación firmada por la especialista María Dolores Durán.

Nacido en la capital y miembro de un clan que atesora escarceos con la cosa artística, Godoy empezó a pintar en los años cincuenta del pasado siglo, retratando no solo grandes edificios de capitales provinciales y alguna europea (Notre Dame en París, los Jerónimos de Lisboa y el edificio Metrópolis de Madrid, entre otros), sino paisajes rurales, bodegones y estampas populares. Una de sus obras combina varias de estas vertientes temáticas, como resaltó ayer ante la prensa. En una acuarela sobre el Mercado Central de la capital, Godoy fija de hecho su mirada en varios personajes con canastillos. «La tristeza o la pobreza eran temas de aquella época que me gustaba retratar», afirmó.

El pintor casual

Nada más lejos de lo que pueda parecer, Godoy es alguien vital que va al gimnasio hasta cuatro veces en semana, como comentó. «Yo pensaba que serían mis zapatillas del 46 las que dejaran alguna huella de mi paso, pero creo que será este libro», bromeó ayer en referencia a la obra de Durán, editada por el Instituto de Estudios Almerienses. La experta, entre todos los calificativos existentes, le describió como humilde, «y eso que además de pintor es muchas otras cosas», aseguró.

En cuanto a la muestra, Godoy se mostró embargado por la atención mediática. «Merece la pena haber estado pintando toda la vida para tener un casi final ahí abajo [en referencia al Patio de Luces del Palacio Provincial]», señaló para congraciar también a la diputada de Cultura, María Vázquez, que describió como «tremendo honor» la presencia del pintor. Godoy, además, se emocionó «como siempre» al recordar la memoria de Celia Viñas, su profesora y gran influencia en su vida. Ella le presentó en su primera muestra en solitario como «otro joven pintor de Almería». Por muchos años.

Publicidad

Publicidad

Publicidad

Publicidad

Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios

ideal Homenaje al «otro joven pintor almeriense» que dio a conocer Celia Viñas