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ANA LÓPEZ OTERO A. L. O.
Miércoles, 1 de febrero 2006, 01:00
La crisis política que se ha desencadenado en el municipio de Las Tres Villas vivió ayer una vuelta de tuerca más cuando los dos concejales de GIAL en este Ayuntamiento anunciaron, acompañados de Juan Megino, que retiraban su apoyo a la moción de censura que había presentado el PP.
El motivo no es otro, según Megino, que «el miedo» que sienten los dos ediles a partir de «la escalada de hechos» que se ha venido sucediendo durante el fin de semana y que terminó con amenazas y el asalto de la casa del concejal Antonio Magaña durante la noche del sábado. Con el paso atrás dado por GIAL, el grupo «pasará a la oposición, desde donde ejercerá la labor que le corresponde en democracia, y apoyará en cada caso aquellos temas y asuntos que sean beneficiosos para el pueblo», sentenció Megino.
Pero fue el propio Magaña quien aseguró que «yo firmé la moción y yo la retiro por miedo» por «tengo a una familia a la que proteger». Según su relato de los hechos, la noche del sábado estaba en su vivienda, junto a su mujer y su hija de 12 años, cuando tres o cuatro personas fueron a pedirle explicaciones por apoyar la moción. Entre esas personas, identificadas en la denuncia que presentó ante la Guardia Civil de Abla, se encontraba el marido de la alcaldesa socialista, Virtudes Pérez. Pero durante ese encuentro, alguien dio «un bastonazo» en la ventana de la casa, que hizo que se rompieran los cristales. Decidió entonces permanecer encerrado y avisar a los agentes del cuartel de Abla de lo que estaba ocurriendo. Acudieron a protegerlo y a sacarlos de la casa, «como si fueran criminales», apuntó Megino.
El edil independiente apuntó que con anterioridad a estos hechos, durante la noche del viernes, los vecinos repartieron octavillas por el pueblo en las que se podía leer 'Se buscan concejales de GIAL. Ayuntamiento de Las Tres Villas. Preferiblemente 'muertos''. A esas notas se unieron las amenazas y daños en los vehículos de los concejales la jornada siguiente. Y es más, a juicio de Magaña, el domingo no hubo incidentes porque los agentes de la Guardia Civil «tomaron el pueblo».
Críticas al PSOE
Una vez que los dos concejales dejaron claro que su único deseo es volver a su pueblo, ya que desde el domingo permanecen en la capital, y recuperar la normalidad en sus vidas, vinieron las críticas al PSOE. Megino calificó de lamentable el hecho de que se tenga que retirar una moción por temor y valoró que aquellos que presuntamente asaltaron la casa de un concejal independiente «con el amedrentamiento han conseguido lo que querían». Destacó que GIAL supo superar una moción de censura en Mojácar «sin movilizar a nuestros simpatizantes».
Las interpretaciones del pacto que alcanzaron PSOE y GIAL para gobernar en Las Tres Villas después de las últimas elecciones municipales son diversas, como reconocieron los concejales independientes en este municipio. El ex-alcalde independiente, Javier Cedeño, afirmó que acordaron que apoyarían «todos los acuerdos de Pleno» pero se preguntó si «cualquier propuesta tenemos que apoyarla» si, por ejemplo, se diera el caso de que no la conocen.
En ese mismo sentido, Magaña acusó a Pérez de haber querido «gobernar en soledad» desde que tomó el relevo como alcaldesa el pasado mes de junio y criticó el hecho de que «no han existido comisiones de Gobierno» desde que tomara el poder. Arremetieron contra Pérez por no haberles facilitado la participación en las decisiones y desmintieron que detrás de la moción, que habría llevado al PP de nuevo a la Alcaldía que ostentó durante 24 años, hubiera intereses económicos o especulativos procedentes de la construcción de parques eólicos en el municipio. Con respecto a las acusaciones socialistas que apuntan a que propios militantes de GIAL fueron los que acudieron a reclamar explicaciones a Magaña, afirmaron que son inciertas porque los afectados «los habrían reconocido». Fuentes de GIAL dijeron que «puede haber uno que no esté de acuerdo con la moción pero no tantos». La investigación sobre todo lo ocurrido tendrá que llegar a los tribunales cuando se cierre la investigación. GIAL, según pudo saber IDEAL, está convencido de que las octavillas se imprimieron en el Ayuntamiento del pueblo, desde donde también partieron los vecinos a casa de Magaña. Quieren que la Fiscalía actúe de oficio en el caso. El PP es el gran ausente de esta historia. Se queda sin Alcaldía, aunque en el día de ayer no quiso pronunciarse sobre el asunto.
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