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JUAN ENRIQUE GÓMEZ
Domingo, 17 de septiembre 2006, 06:12
No le quepa la más mínima duda. Usted es un pirata informático y debe pagar por ello. Usted y sus hijos han sido condenados antes de delinquir. La nueva Ley de Propiedad Intelectual, que regula los derechos de los creadores musicales literarios y artísticos, considera que todos los españoles nos dedicamos a la duplicación de obras que tienen 'copyright', incluso cuando hacemos fotos a nuestros hijos o guardamos en un disco de ordenador la carta que le hemos escrito a la novia.
A partir de la entrada en vigor de esta ley, el pasado día 29 de julio, CD y DVD vírgenes, reproductores MP3, teléfonos móviles multimedia, escáneres, impresoras o lápices de memoria, en definitiva, todo aquello con lo que se pueda copiar algo, tienen un recargo en el precio para compensar a los autores (en particular a la SGAE) de las pérdidas que ocasiona la proliferación de la piratería.
Esto quiere decir, según los estudios realizados por técnicos de la Asociación de Usuarios de Internet, la asociación Todos contra el canon, y la FACUA, que un ordenador que cueste 1.000 euros pasará a costarnos 1.300. Una subida del 30% y un atraco a mano armada al bolsillo de los ciudadanos a los que se les califica de infractores de ley.
«Es una barbaridad. Desde hace unos meses los empresarios de tiendas de informática hemos experimentado un descenso en ventas debido a que la gente no llega a fin de mes, y ahora, una nueva subida supondrá un 'crack' en las tiendas de tipo medio», afirma Luis Terrón, empresario, que asegura que la bajada de ventas puede llegar a la mitad.
Una tienda media vende alrededor de una veintena de equipos completos a lo largo de un mes. «Nos quedaremos en diez equipos», dice. No ocurrirá lo mismo en las grandes superficies, ya que la ley deja la puerta abierta a la posibilidad de negociación entre las sociedades de gestión de derechos de autor y las grandes empresas de informática.
Las mafias
La imposición del canon provocará también la aparición de «mafias que traerán equipos ilegales y se venderán al margen del canon». No cree que la piratería se vea afectada por este canon, teóricamente destinado a los autores, sino que «ellos seguirán por su camino y nosotros veremos mermada, una vez más, nuestras ventas», dice.
Desde hace un tiempo los españoles ya pagamos una tarifa por las presuntas copias que hacemos de películas, discos, imágenes, etcétera. Un disco de ordenador nos cuesta 0,30 céntimos más de lo normal, y un DVD nos sale 0,60 céntimos más caro, ya que el Gobierno y la SGAE consideran que todos nos dedicamos a piratear y debemos pagar un sobreprecio. «Esto produce un importante descenso de ventas, aunque más tarde los fabricantes tuvieron que ajustar los precios y rebajarlos para que el usuario no tuviese que pagar mucho más», dicen desde otra empresa. Ahora, con la nueva ley, se añaden muchos productos a la lista de los que tienen que pagar.
Al comprar un ordenador usted pagará no sólo por el equipo, sino que abonará una cantidad por cada disco duro que le instale, también pagará por la impresora, que si tiene escáner incorporado será una cantidad que superará la mitad de lo que cuesta el aparato en sí mismo.
Si a la compra añade una tarjeta de memoria, será un pago más. Si le pone una grabadora de DVD, o una sencillita de CD, sumará una cantidad más al equipo. Cada cliente que se decida a comprar un ordenador, sea particular o empresa, aportará su granito de arena en forma de dinero a las arcas de las sociedades de gestión de derechos de autor. «Imagínese que eres músico y compositor. Creas y grabas en un CD tu propia música. Pues pagas por ello, la ley y las sociedades de gestión de derechos de autor te consideran un pirata, pero ¿Te pirateas a ti mismo?», afirma Luis Terrón.
Uno de los problemas que plantean los empresarios de informática es que el usuario final no sabrá que está pagando más por la existencia de un canon, ya que los minoristas no tienen que desglosar el canon en las facturas cuando venden un equipo.
Sí deben hacerlo los mayoristas, pero la factura de un distribuidor no es vista por el usuario final. «Le echarán la culpa a la tienda y dirán que subimos los precios de forma abusiva», afirman los vendedores. El comprador no sabrá nunca que las sociedades de gestión se llevarán, según los datos de la Asociación de Usuarios de Internet, millones de euros a costa de las ventas de ordenadores que se producen en este país.
También creen los afectados que es un ataque directo al desarrollo de la sociedad de la información. Informáticos, vendedores, usuarios, empresarios, saben que la piratería ha hecho un enorme daño en la creación artística, pero la forma de combatirla no es otorgar legalmente 'patente de corso' a unos elegidos para que consideren piratas en activo y delincuentes a todos los demás.
jegomez@ideal.es
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