Vuelve la polémica de las caravanas a Roquetas de Mar

Un año más regresa con el invierno la polémica de las caravanas en la urbanización de Playa Serena Sur. Aprovechando la existencia de aparcamientos en primera línea de playa que por estas fechas suelen estar poco concurridos, numerosos caravanistas procedentes de países como Alemania se instalan en esta zona durante semanas e incluso meses, para desesperación de los residentes en la zona.

La situación se viene produciendo desde hace unos años y ha sido objeto de debate en el pleno del Ayuntamiento en varias ocasiones, sin que hasta el momento el equipo de Gobierno del PP haya implantado una solución definitiva.

Las quejas son varias, empezando por las que se están produciendo entre vecinos y visitantes que han intentado acceder con sus vehículos a los aparcamientos para acercarse a la playa o Punta Entinas, y que han sido invitados a abandonar la zona por parte de los caravanistas que les aseguran que se trata de un espacio reservado. Así lo han denunciado a IDEAL algunos residentes en la zona, quejas que también ha recibido la asociación de vecinos Urba-Roquemar, cuya presidenta, Melanie Homburg, ha explicado a este diario que «hay muchos vecinos que se están quejando y que incluso no pueden aparcar porque les dicen que es solo para caravanas, lo cual es una gran mentira».

Los ánimos están tan caldeados, que ya hay voces que proponen una concentración de coches en los alrededores de los aparcamientos para intentar acceder a los mismos con los vehículos.

También hay quejas por la ocupación de los aparcamientos con mesas, toldos y todo tipo de artilugios, así como la realización de barbacoas junto a los vehículos, e incluso hay denuncias por el uso de las duchas de la playa para asearse.

Las comunidades de extranjeros residentes en las zonas turísticas son algunas de las más activas contra este tipo de prácticas sin regular y llevan ya tiempo denunciando y criticando la excesiva permisividad del Ayuntamiento roquetero con esta práctica.

Hasta el momento desde el equipo de Gobierno se sostiene la postura de que no se puede actuar, dado que al tratarse de autocaravanas y no caravanas con remolque, no existe prohibición para el aparcamiento, y se asegura que es difícil demostrar que se está viviendo allí. Una explicación que cada vez convence menos entre los vecinos, dado que con un mínimo control policial se podría demostrar que se está viviendo en ellas, según han asegurado.

Además, el Ayuntamiento lleva años estudiando la habilitación de un aparcamiento específico con los servicios necesarios, que fue aprobado a propuesta del PSOE en 2011.

En la zona el sentimiento de que los caravanistas disfrutan de una zona privilegiada en primera línea de playa, aprovechando la luz y el agua del municipio, sin pagar ni un euro, genera una indignación que no deja de crecer.

Los caravanistas se han defendido en más de una ocasión asegurando que gastan dinero en la ciudad y que su presencia es positiva para la economía de unas urbanizaciones turísticas que en los últimos años soportan unos inviernos sin apenas visitantes.