Uno y pudieron ser dos

Parece un tópico; y quizás lo sea. Aquello de que cuando se empate es, siempre, porque se ha podido ganar; pero también porque se ha podido perder. El caso es que, ayer en Alcobendas, Vícar Goya Koppert estuvo mucho más cerca, o al menos durante muchos más minutos, de la victoria que de la derrota; y además, tuvo el último balón para deshacer la igualada. Pero acaso los dioses del balonmano habían dictaminado ya de antemano que la cosa acabaría en tablas y así fue.

El cuadro que dirige técnicamente Miguel Ángel Florido fue el dominador casi absoluto de la primera parte o, al menos, vio siempre a su rival por detrás de él en el luminoso en esos primeros 30 minutos, en los que incluso llegó a tener una renta de cuatro goles a su favor, que en algún instante parecían la sentencia de muerte para el cuadro madrileño.

Sin embargo, en ese punto llegó el primer 'perdón' de las vicarias, que rehusaron rematar a su rival, cuando éste estaba tendido en el suelo; una práctica que, habitualmente, es sinónimo de abonar caro el comportamiento, 'a la salida'.

El caso es que, tras ese dominio y sin haber perdido nunca la cabeza del luminoso, Vícar Goya Koppert se iba al descanso con sólo un tanto de renta (14-15).

De la seguridad se pasó a la incertidumbre en la segunda mitad. Las colegiales experimentaron una sensación nueva en el partido, cuando vieron a BM Alcobendas ponerse por delante a los diez minutos de la reanudación. Fueron los mejores minutos de las madrileñas, que en el ecuador del segundo tiempo firmaban un parcial de dos arriba.

Reacción

Reaccionó entonces el cuadro de Miguel Ángel Florido, que volvió a meterse en el partido y recuperó el mando de las operaciones, al tiempo que los dos goles de renta a su favor, con un parcial de 1-5.

Para entonces, el choque era ya una lucha sin cuartel y, de ahí hasta el final, un intercambio de golpes, de parciales a favor de uno y otro, que quizás la lógica dictara que había de concluir en empate.

Con 27-29, a falta de cinco minutos para lo que parecía ya una encarrilada victoria de las vicarias, tocaba turno de BM Alcobendas, que ahora era el que se anotaba un parcial de 4-1, que ponía las cosas en 31-30 a su favor, a falta de poco más de un minuto para la conclusión.

Las vicarias supieron templar y empataron el encuentro a 31, además de recuperar de nuevo el esférico y disfrutar de una última posesión que, en este caso, no aprovecharon y que hubiera supuesto el triunfo en el encuentro.

Aún así, el punto les ha servido para empatar en la tabla con Alcobendas, al que superan por el 'average' (ganaron en Vícar, en la ida), así como a Elche, superando en la tabla a BM Ro'casa Las Palmas. Queda 'mucha tela por cortar', pero la cola se aleja y la zona media-alta empieza a vislumbrarse.