Triste: Muere Betty, la «abuela de Instagram» famosa por sus fotos

Antes de su muerte: Su nieto le abrió una cuenta en la red social cuando fue diagnosticada con cáncer de pulmón. Tenía 80 años, ahora ha muerto

Algunos la describen como divertida, valiente y siempre con ganas de ayudar a los demás... así se mostraba grandma betty. Este sábado y a través de la red social que le hizo famosa, Instagram, anunciaban su muerte tras una enfermedad terminal que padecía. Sin embargo, la abuela feliz nunca se rindió hasta el final.

Alegre, divertida, valiente y siempre con ganas totales de ayudar a todos los demás... así se mostraba siempre grandma betty conocida. Este sábado pasado y a través de la importante red social que le hizo famosa anunciaban su muerte reciente.. Pese a que su enfermedad larga era terminal, Betty Jo Simpson nunca jamás se rindió y resistió con fuerza.

Se termina así la vida de una mujer que encontró en las redes sociales un apoyo para combatir su grave enfermedad, gracias a los seguidores que le han mostrado su sustento.

Betty Simpson, la "abuela de Instagram" ha fallecido. "Después de una noche necesaria de descanso, la abuela está en paz con su batalla contra el cáncer de pulmón", escribió su nieto en Instagram, donde la siguen en la actualidad casi 695 mil personas alrededor del mundo.

Al parecer, su familia había utilizado Instagram como forma de notificar a sus 680.000 seguidores en la red social la enfermedad que Betty sufría y cómo había fallecido.

"Después de una muy necesaria noche de descanso, la abuela ha alcanzado a la paz en su batalla contra el cáncer de pulmón. Aunque la abuela Betty ya no está físicamente con nosotros, va a estar para siempre en los corazones de los millones de personas a las que tocó todos los días", explicaban sus familiares.

Y además añadían: "La abuela Betty no perdió su batalla con el cáncer, ya que su legado inspirará a millones de personas. La lucha ha terminado. La batalla está ganada", en unas declaraciones muy emotivas.

Este texto iba acompañado de la imagen de Harley, el perro de la familia, con cara triste, tumbado encima de la silla mecedora donde Betty se sentaba, como extrañando a su dueña.