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Estenurinos: canguros gigantes y que caminaban y no saltaban

Estenurinos: canguros gigantes y que caminaban y no saltaban

Está por descubrir el por qué de sus extinción. "Puede ser que tuvieran problemas para eludir a los cazadores humanos, o que no pudieran migrar lo suficientemente lejos para encontrar comida cuando el clima se volvió más árido", explica Janis

ideal.es

Viernes, 17 de octubre 2014, 13:07

Los estenurinos, a los que se le conoce como 'canguros gigantes de cara corta' porque se parecian a los conejos, eran unos marsupiales de los que se cree que se desplazaban caminando en lugar de saltar.

Lo ha afirmado un análisis estadístico y biomecánico de los huesos de uno de Sthenurinea, una subfamilia extinta de canguros gigantes, y más canguros del pasado y actuales, como publica la revista de acceso abierto PLoS ONE.

Ese tipo de canguros, esteruninos, podían llegar a pesar 240kg, es decir, el triple de los actuales.

Canguros poco flexibles

El inicio del estudio fue el esqueleto de un estenurino que estaba en un museo que visitó en 2005 Christine Janis, profesora de ecología y biología evolutiva en la Universidad de Brown (EE. UU.).

Janis, experta en especiles australianas como el lobo marsupial, se cuestionó si estos tendrían la misma movilidad que los canguros modernos al ver los rasgos robustos y poco flexibles de este animal.

De ahí en adelante inció un estudio que le ha llevado a concluir que estos canguros caminaban sobre sus dos patas, en vez de saltar. En la investigación también participa el científico Borja Figueirido, de la Universidad de Málaga.

"La gente a menudo interpreta que el comportamiento de las especies extintas era parecido al de las de hoy en día, pero tenemos que considerar que aquellos animales pudieron haber hecho cosas diferentes en cualquiera de sus formas de vida, y la anatomía ósea nos proporciona grandes pistas", afirma Janis.

Analizar el esqueleto

Se han realizado unas 100 mediciones de esqueletos de más de 140 canguros y ualabís En total, se realizaron cerca de 100 mediciones de los esqueletos de más de 140 canguros y ualabís (marsupiales de pequeño tamaño) de diversos géneros y especies.

"Desde un punto de vista biomecánico, la anatomía de los estenurinos de cualquier tamaño los hacía malos saltadores", afirman los investigadores.

"No creo que pudieran llegar a ser tan grandes a menos que caminaran", subraya Janis.

Un estudio confirma que los canguros actuales usan las cautro patas más la cola para moverse a baja velocidad.

Para ello necesitaban una columna vertebral flexible y cola robusta además de tener unas extremidades superioress fuertes que sean capaces de soportar el peso. Los miembros de Sthenurinea no parecen haber tenido nada de estas características.

Descubrieron evidencias de que esta especie podía poner el peso sobre uno de sus pies cada vez, algo necesario para caminar. "El único ejemplo de canguros actuales capaz de hacerlo, asegura Janis, de forma anecdótica, son especies arborícolas".

Anatomía del canguro

Detalles como que el extremo inferior de la tibia en caballos y perros tiene un reborde que se envuelve sobre la parte posterior de la articulación, que proporciona estabilidad para soportar el peso sobre el tobillo y que permite correr y saltar.

Los actuales reparten su peso entre los pies por igual y no tienen ese reborde como los estenurinos.

Los antiguos canguros contaban con articulaciones en la cadera y rodillas más grandes, la pelvis diferente y los músculos de los glúteos más grandes que los otros.

Todo apunta a que esos músculos les permitieron equilibarse sobre uba pierna como los humanos.

Investigaciones previas ya habían señalado que las extremidades superiores de los canguros gigantes eran poco adecuadas para el apoyo a cuatro patas.

Por su columna poco flexible y esta idea que se explica de como eran asegura que no habrían lelgado muy lejos en dicha posición y que no les era fácil saltar.

"Si no es posible, en términos de la biomecánica, que saltaran a una velocidad muy lenta, y no les era fácil desplazarse a cuatro patas, entonces, ¿qué les queda? Se tenían que mover de alguna manera", se pregunta la investigadora.

En definitiva, todo esto demuestra que estos canguros estaban especializados para caminar, no para dar saltos. Pero aún está por descubrir el por qué de sus extinción en el Pleistoceno tardío, hace unos 30.000 años. "Puede ser que tuvieran problemas para eludir a los cazadores humanos, o que no pudieran migrar lo suficientemente lejos para encontrar comida cuando el clima se volvió más árido", finaliza Janis.

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