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IDEAL GENTE
Miércoles, 17 de febrero 2016, 22:10
Irene Escolar es una de las caras visibles de Un otoño sin Berlín. Por su papel en dicha película la actriz ganó el Goya relevación. Pero antes de subirse la noche del pasado 6 de febrero al escenario, la joven promesa del cine español pasó todo un calvario.
Así lo ha contado en su visita a El Hormiguero de Pablo Motos al que ha acudido junto a Rodolfo Sancho para promocionar su próxima película, La corona partida. Según confiesa, aquel día creyó que no le daría tiempo a acudir a la ceremonia grande del cine nacional.
A las seis de la tarde de aquel día Irene Escolar estaba actuando a cientos de kilómetros del plató de los Goya en Madrid. Lo hacía en Zaragoza en una función en la que además su personaje debía aparecer cubierto de tierra y aceite. Además había carnavales y el transporte público no funcionaba.
Tuvo que salir corriendo del teatro zaragozano, pedir ayuda a todo el mundo que pudo, ir en taxi hasta la estación y en el AVE de camino a Madrid arreglarse para poder lucir ante todos en la gala en la que se hizo vencedora del Goya a actriz revelación. Toda una odisea.
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