El '74' sufre pero suma un punto

Los aprendices de Jesús Navas, Luis Fabiano y Daniel Alves tiraron ayer un tópico a la basura. El de que las dimensiones del Escribano Castilla impiden el fútbol de toque e hilvanado y condenan a los partidos a caminar con pelotazos, patadones y jugadas de estrategia. Mentira podrida.

El Sevilla Atlético desplegó durante amplias fases del encuentro el mejor fútbol que se ha visto esta temporada en el campo motrileño, incluida la visita copera del Atlético de Madrid y el propio conjunto local, que al final sumó un punto con el oficio que le caracteriza y hasta pudo llevarse otros dos si no es por una feliz intervención del meta visitante.

Al juego descarado que se le supone a todos los filiales, los de Fermín Galeote añadieron frescura durante los noventa minutos, orden y solidaridad en la disposición táctica y un tratamiento exquisito de la pelota en todas las zonas del campo.

Por encima de las demostradas virtudes de Monchi en la detección de talentos foráneos a buen precio, a nadie escapa que la edad de oro que vive este Sevilla es el fruto de un inconmensurable trabajo de cantera. Lejos del tópico de equipo duro y con preponderancia del aspecto físico, los aspirantes al Sánchez Pizjuán no especularon nunca con el balón, jugaron siempre sin complejos ante jugadores que les sacaban lustros y aplicaron el tiralíneas siempre que pudieron. Y desde el pitido inicial.

Tres minutos después, ya estaban por delante gracias a un desajuste de la zaga rojilla en la que Assemoassa hizo de juvenil y Alfaro de cazagoles veterano. Ajustó el disparo al palo izquierdo e hizo inútil la estirada de Jaime.

Sobreesfuerzo

El '74', como en la jornada anterior en La Rosaleda, se obligó a un sobreesfuerzo ante un rival más dotado técnicamente. Sin embargo, supo jugar bien sus cartas y no se desesperó, fiel al carácter hierático y concienzudo que su técnico parece haber impregnado a la plantilla.

Sacudidos por el gol, los de Tapia salieron indemnes de un cuarto de hora de fútbol prodigioso pero inocuo.

En esa parcela, en la de la contundencia arriba, es donde peca de ingenuo el filial sevillista. Por algún lado ha de filtrarse la inevitable bisoñez de unos jugadores que en algún caso acaban de alcanzar la mayoría de edad.

Toque preciso, circulación de balón que siempre terminaba en las bandas, delanteros escurridizos y un aprovechamiento de espacios lleno de sentido... que concluía en nada al llegar al borde del área. El Sevilla Atlético practicó un magnífico fútbol de salón, vertical y generoso, pero salvo el gol apenas arañó a la defensa del '74'. Con un punto más de mala leche, este equipo le estaría disputando el liderato al Málaga pero... para algo servirán los años.

Si no que le pregunten a otro sevillano, José Juan Luque, que volvió a martillear el área con sus centros endemoniados, uno de los cuales terminó en la red previo cabezazo de Javi Guerra, otro que aprende rápido. El empate modificó un poco el guión, sobre todo porque el '74' se sacudió el complejo de ser dominado por un equipo recién ascendido y cuajado de 'pipiolos'. Desde ese gol y hasta el final de la primera parte, varias aproximaciones locales pudieron deshacer la igualada, aunque falló la puntería de los Francisco, Gibanel y el propio Guerra.

El segundo tiempo, más equilibrado y con opciones para los dos equipos, dejó una jugada polémica -posible penalti a Francisco al cuarto de hora- y una intervención gatuna de Javi Varas después de que Francisco desviara un remate de Gibanel (m. 65).

La entrada de Salva Sevilla proporcionó aún más profundidad al mediocampo del filial pero el Granada 74 resistió con oficio el tiralíneas y se animó con el paso de los minutos. Saizar abandonó con peligro su banda para irse a una mediapunta en la que sabe moverse y Elvis dispuso de 20 minutos para reivindicarse arriba, aunque sin el premio del gol. Al final, un punto más... y un tópico menos.