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DECEPCIÓN. Alberto controla el balón. GECA SPORT
Sin goles no hay paraíso
Tenerife 2 - Granada '74' 0

Sin goles no hay paraíso

La tercera plaza se aleja para el Granada 74 con la primera derrota de 2008 ante un Tenerife que aprovecha sus ocasiones para adelantarle

DANIEL OLIVARES DAWSON (ENVIADO ESPECIAL)

Lunes, 11 de febrero 2008, 08:35

REZA el título de una telenovela de éxito en Colombia y recién importada a España en versión ibérica por Telecinco, que 'Sin tetas no hay paraíso'. Su argumento difiere del guión de un partido de fútbol, pero su nombre de cabecera, con una leve variación puede ser aplicable al balompié: sin goles no hay paraíso. Y en el caso del Granada 74, el paraíso sería el ascenso a Primera División, un objetivo que no forma parte de su libreto, cuyo autor, Carlos Marsá, deja al libre albedrío de la improvisación de sus actores.

La cuestión es que al conjunto rojillo se le ofrecieron ayer todas las circunstancias favorables para acercarse al paraíso y postularse como un candidato al 'óscar' del ascenso. La derrota del Sporting de Gijón en Elche el día anterior y otros resultados, como el empate del Celta en Éibar, abrieron las puertas y extendieron la alfombra roja para que el '74' accediese a la zona vip de la Liga BBVA. Nada. Al Tenerife se le presentó una oportunidad similar y no la desaprovechó. La actuación de los tinerfeños no fue , pero su película, una comedia carnavalesca, le otorgó el máximo ingreso, los tres puntos.

Y eso que un actor secundario casi se empeña en oscurecer el papel de los insulares. Se trataba del colegiado Caballero Herreros. Curiosidades del fútbol, el mismo árbitro por el que el club granadino puso el grito en el cielo tras la derrota en casa frente a la Real Sociedad. La 'teoría de la conspiración' federativa cuasi denunciada desde los despachos rojillos es más aún desde ayer un producto de la imaginación. No tomó Caballero Herreros ninguna decisión escandalosa que perjudicara a los locales, pero sí llevó hasta la desesperación a la parroquia local con pequeños detalles. Como medir con distinta vara las faltas leves o los simples encontronazos entre los futbolistas.

Máximo provecho

Sin embargo, lo que decidió el encuentro fueron las oportunidades perdidas. El Tenerife, cuantitativamente, hizo poco por ganar. Solamente aprovechó dos conexiones de inspiración unidas a sendas disociaciones defensivas visitantes para triunfar en su estadio y adelantar al Granada 74 en la clasificación. La primera, y da estupor pensar que la única de la primera mitad anotada en ambos bandos, llegó cuando Nino, el goleador de 700.000 euros por temporada, tocó uno de sus primeros balones del partido.

Controló de espaldas al área grande el veratense, aguantó y abrió a la derecha hacia Ayoze. El chicharrero del Puerto de la Cruz habilitó en profundidad a Manolo Martínez. El alicantino de Bigastro continuó con lo lógico, un pase atrás. Y el asturiano garbayón, que llegaba desde atrás y en perpendicular al poste derecho de la portería defendida por Jaime, se adelantó a su marcador para aporrear el balón con su pierna derecha y percutir un disparo estruendoso y a media altura ante la mirada estatuaria del guardameta rojillo. Era la recompensa el mínimo esfuerzo.

Porque la primera mitad fue un tiovivo de dislates y desatinos, con una Granada 74 demasiado respetuoso con el rival y en el que la inclusión de Elvis en el 'once' inicial no generó más sorpresa que su debut inesperado como titular, y con Tenerife impreciso en los pases y con una puesta escena conservadora a priori, en la que Óscar Pérez, un centrocampista, hacía las veces de pareja de baile de un solitario Nino en ataque.

Oltra 'imitó' el estilo habitual de Tapia en su esquema, con dos hombres de contención y un medio como delantero, y su envidada le salió victoriosa. El entrenador cordobés sufrió una mutación estratégica a lo largo de los noventa minutos. Apostó por dos delanteros para el arranque, volvió a sus orígenes con la entrada de Falcón a los pocos minutos de la reanudación y sorprendió a propios, sorprendió a propios y extraos al hacer debutar en Segunda División A al 'canterano' granadino Urtain en sustitución del lesionado Alberto, y asombró con sus arrestos en la recta final, al dar pábulo a Francisco en lugar de Fagoaga y dibujar un 3-4-3 valiente y decidido.

El '74' había mejorado con Falcón y enriqueció su desarrollo con un Javi Guerra más atrasado. Hasta Urtain se empeñó en darle la razón a su técnico 20 minutos después de cumplir un sueño con la mejor ocasión visitante del partido. La oposición de un Juanma le impidió rematar cómodo y su disparo se marchó alto. Los intentos anteriores de sus compañeros se habían basado en tímidos balones peinados de cabeza hacia la portería de Juan Pablo sin encontrar destino. Tras Urtain, sólo Saizar estuvo cerca del empate en el descuento. El final ya lo habían escrito otros antes. No cabía otro desenlace que la sentencia. La firmó Nino, a pase de Óscar Pérez.

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