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Cultura-Granada

Nacho Vigalondoo, director de cine: «Sólo me llaman de Los Ángeles»

El actor y realizador estrena su ópera prima 'Los Cronocrímenes', un viaje en el tiempo

BORJA CRESPO

Viernes, 27 de junio 2008, 09:35

Nacho Vigalondo nos habla de 'Los Cronocrímenes', su último trabajo. Ha hecho una película sobre un viaje en el tiempo de apenas una hora, lo que dura esta charla. Quizá, deberíamos haber quedado a las '7.35 de la mañana' en una cafetería, como el corto que le acercó a los Oscar. Nacho Vigalondo por fin pasea por los cines su ópera prima, 'Los Cronocrímenes', tras ganar varios premios en festivales internacionales. Él mismo protagoniza el invento junto a Bárbara Goenaga y Karra Elejalde, y en Hollywood ya preparan el 'remake'.

Nacho es un creador inquieto, de innegable potencial, al que es difícil no admirar. Charlar con él es un placer.

-Por fin estrena, no ha sido fácil...

-Ha sido una aventura que todavía me cuesta creer. ¿Espero forrarme con mi apasionante biografía cuando sea un sesentón!

No hay crisis de ideas

-¿Por qué es tan difícil sacar adelante un proyecto diferente por estos lares? Se habla mucho de crisis, pero no faltan ideas, lo complicado es llevarlas adelante.

-Las crisis de ideas no existen. Es como decir que hay crisis de belleza. Lo que falla es el sistema de intermediarios entre las ideas y el público. Estamos atravesando una época en el que el terror al fracaso hace más difícil llevar adelante propuestas inusuales, aunque las de toda la vida también se estrellen.

-El éxito de 'Rec' y 'El orfanato' han dejado claro que cultivando el cine de género puede haber un destello de luz que ilumine el camino.

-Han sido unos precedentes maravillosos, de los que nos beneficiaremos. Nos demuestran que la diversidad es posible y en una cinematografía es tan fundamental como la calidad.

-Dificultades aparte, se ve, de repente, reuniéndose con gente importante de Hollywood. Muy contradictorio...

-Y esquizofrénico. En un mismo día eres un joven prometedor o un maldito, dependiendo de quién te llame por teléfono. Cuesta no perder la cabeza.

-¿Qué espera de la acogida de la película?

-Que me sorprenda, para bien o para mal. No sé lo que saldrá. Mi carrera ha sido un cúmulo de imprevistos desde el comienzo. Me repantigaré en la butaca ¿y a disfrutar del espectáculo!, venga lo que venga.

-¿Se ve rodando su próximo largometraje lejos de aquí?

-Es de Los Ángeles de donde me están llegando guiones, así que... Me apetezca o no, tengo que hacerme a la idea. En cualquier caso, no soy el único: los hermanos Pastor, Luiso Berdejo, Gonzalo López-Gallego... Todos se largan. Haremos una colonia en algún barrio, al estilo de sicilianos e irlandeses. Por fin el cine español es una mafia explícita...

-El juego de los Cronocrímenes funciona de maravilla en Internet. Darle al coco para buscar nuevas formas de promoción es vital, pero se prodiga poco...

-No nos queda otra. Internet no es una elección propia, es el único medio que tenemos a nuestro alcance. De nosotros depende que sea una anécdota o una alternativa a la todopoderosa televisión.

-También ha trabajado delante de la cámara en 'Snuff 2000'. ¿Con qué faceta se queda?

-Tengo un recuerdo maravilloso del rodaje y mira que fue sufrido. La vida, poco a poco, me arrastra a la soledad de la escritura. Me encantaría poder actuar con la continuidad de entonces.

-Borja Cobeaga está rodando su primer largo. Otro nominado al Oscar que da el salto con planteamientos muy diferentes.

-También le ha costado lo suyo. Es una comedia muy divertida y amarga al mismo tiempo. Fiel a su estilo, pero adaptando sus historias pochas de ancianos a temáticas próximas al cine de Apatow. Estoy loco por ver qué sale.

Inspiración

-Suele decir que se inspira en el cómic y la literatura a la hora de escribir, que no se alimenta especialmente de películas a diferencia de otros creadores de su generación.

-Nutrirse exclusivamente de cine es lo peor que puedes hacer. Corres el peligro de no poder aportar algo realmente nuevo al panorama. Y algo hay que añadir, ¿no? Por eso también hay que tener amigos que no sean cineastas. Los abogados están bien.

-Se cierran cines, pero la gente demanda historias. ¿Qué está cambiando?

-La paciencia del público. La magia de la pantalla en la oscuridad se está sustituyendo por la emoción del número de suscripciones en tu canal de Youtube. Los autores debemos tener el talento para adaptarnos o seremos viejas glorias antes cumplir los 40.

-¿Cómo ve el futuro?

-Es una época muy excitante para ser cineasta. Los más sesudos analistas son incapaces de predecir qué va a venir y los ejecutivos más poderosos están confundidos ante esta incertidumbre. ¿No es maravilloso?

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