Juan Moreno la vuelve a liar (2-1)

JUAN Moreno no tiene pinta de ser flor de un día. Pero sí es un futbolista que está madurando a sus 24 años. Una de las promesas más firmes del panorama granadino había caído en las categorías del olvido, en en el albero y las moquetas de campos sin público. Pero alguien del Granada 74 lo rescató y tiene que estar ojiplático, frotándose las manos. Vaya un diamante repescado. Puestas sus condiciones al servicio del grupo, partiendo de suplente, Moreno agitó un partido que necesitaba ese revulsivo para caer del lado rojillo. El Guadalajara, que había perdido el sitio y un efectivo, Jorge García, ex rojiblanco, se vio desestabilizado por la habilidad de un jugador semidesconocido. Eso, más el ímpetu puesto por sus compañeros para fraguar un triunfo, hacen a los rojillos coger aire para un tramo de calendario más accesible.

Si algo había censurado su entrenador a Juan Moreno era su excesivo individualismo. Actuar de cara a la galería, con ese estilo callejero que emociona al público pero que no siempre obtiene resultados tangibles aparte. Su futbolista ha rectificado sin perder su esencia. Atento también a sus camaradas de alrededor, no sólo buscó la gloria para sí, sino que abasteció a quien le seguía. La jugada del gol de Capa nació en una de sus muchas incursiones por la derecha. David Gámiz antes que él en esa posición, se había mostrado más impreciso, pero había castigado bastante al lateral que le marcaba. Cuando Feito pensaba que respiraría, llegó Moreno y le sumió en pesadillas.

El partido comenzó con un gesto para ser grabado. Thierry castigó a los que llegan tarde al fútbol. El maracenero impregnó de magia el encuentro en apenas un minuto y diez segundos. El juego a estos niveles no deja, frecuentemente, definiciones tan exquisitas como la suya en el primer gol. Un lanzamiento inesperado a algo más de diez metros del área grande, que cruzó el cielo con un efecto maldito para el portero Sanmiguel. Una genialidad que hubiera firmado José Juan Luque el año pasado. Algo tendrá la banda izquierda rojilla, que mantiene en la misma un perfil similar de futbolista. No mucho desborde pero finura en el contacto con el cuero.

Un tercio tan precipitadamente favorable suele desencadenar pérdida progresiva de ambición. El '74' se veía prontísimo con el marcador a favor, así que cerró filas y esperó a la estampida alcarreña. Apretaba el Guadalajara, sujetado en Dani Lanza, causante de los mayores dolores de cabeza locales con sus tiros desde todo el perímetro. Desaprovechado Jorge García en la banda, los morados se mostraban pétreos en defensa pero remolones en ataque. Sólo el balón parado les concedía chance para atosigar a Darío. Al portero le faltó mando en alguna acción esporádica y le dio ánimo al rival.

Disparo en el pie

Pero el '74' pudo haber encarrilado la historia tras los primeros fogonazos enemigos. Sergio Molina tomó una decisión equivocada. Recibió el balón tras la línea defensiva contraria algo escorado, y prefirió el pase al tiro a gol. La entrega salió con mucha fuerza y Bordi, su pareja arriba, no pudo cazar el balón que hubiera supuesto el segundo tanto, y la relajación real. No fue así, y el '74' se acabó disparando en el pie. Un rato después, tras una pérdida en la zona ancha, Alejandro buscó el banderín de la esquina pero se la dio antes a Lanza. Su centro, sin meditarlo, rozó la cabeza de Juanma, que la desvió a su propia portería. La alegría del comienzo era reprimida en una acción con mucha mala suerte.

Pero el descanso trajo conjura e instrucciones precisas. El '74' rascó hasta hacerse con el mando. La lesión de Cuesta y la justa expulsión de Jorge García acabaron por desmoronar su decorado. Sin pulso en el centro del campo, Capa y Juanma Morán se adueñaron del balón y los picotazos de Juan Moreno hacían el resto. Llegó el segundo, pero alguno más pudo caer si Bordi hubiese estado más fino.

Con ventaja y superioridad numérica, al '74' le salió el reflejo conservador. No le fue mal, pese a que volvió a temer alguna jaqueca en la estrategia alcarreña. Iván Moreno, que fue suplente, se autoexpulsó golpeando al meta Darío y convirtió en quimera cualquier intentona de remontada.

Paso a paso, el '74' crece. Suma sufriendo, como esperaba. Pero tiene un jugadorazo, Juan Moreno, al que no se esperaba, y que está maravillando.