«Cuando llego a casa cuelgo mi personaje»

Dando una vuelta de tuerca a su espectacular carrera, Mónica Naranjo estrena un nuevo show en Granada. Será la 'premier' de su gira sinfónica 'Adagio', hoy (21 horas) en el Palacio de Congresos con todo el papel agotado y a 150 euros una entrada en la reventa.

-En todos los países hispanoamericanos me cuentan que hay cuatro voces que suenan invariablemente: Bob Marley, Silvio Rodríguez, Serrat y usted.

-Tengo una relación maravillosa con esa parte del mundo, sobre todo en México, que fue donde yo nací artísticamente con 18 años; pasé cinco años viviendo en Ciudad de México y siempre ha habido una parte de mí que vive allí, porque son unos países que extraño por muchas razones. He estado en casi todos los países hispanoamericanos menos en Cuba, pero sé que han sonado también allí mis canciones, es una alegría.

-¿Cómo se le ha ocurrido este montaje sinfónico?

-Hace ya muchos años que le daba vueltas, pero no llegaba el momento, y ahora por fin he podido hacerlo. Una de las razones por las que volví en su momento era la decisión de hacer esta adaptación sinfónica.

-Recurrir a una orquesta es algo que encaja perfectamente con su dramatismo interpretativo.

-Muchas gracias. ¡Qué bonito! Voy a necesitar que me llame más a menudo, porque tengo unos nervios tremendos... (risas).

-Veo imágenes de sus shows y son impactantes. ¡Ni Aída!

-Vamos a ver: intentamos hacer las cosas que el cuerpo nos pide, y es una presentación que se basa en las canciones, en proyecciones, en una historia de un personaje llamado Alma que representa la vida. Tiene sorpresas.

-O sea que tiene libreto... ¡Es casi una ópera!

-No es así exactamente pero por ahí va.

Un personaje

-Algunos vídeos suyos parecen inspirados en el cómic.

-Sí, Mónica Naranjo es un personaje creado con mucho afán y muchos nutrientes para dar a entender el estado del personaje en la vida. Volver a trabajar con mi profesor de arte dramático para construir el personaje de Europa, sacar esa carga emocional, fue sensacional.

-¿Cómo lleva la separación entre personaje y persona?

-Muy bien. Yo en el momento que abro la puerta de mi casa cuelgo al personaje con el abrigo; de otra forma no podría llevar la vida equilibrada y familiar que llevo. ¡Se quejarían los vecinos! Porque convivir con el personaje Mónica Naranjo debe ser muy difícil (risas).

-Sus discos suelen estar sobreproducidos. ¿Darían un concierto 'desenchufado' con una acústica tan solo?

-Ese es mi siguiente proyecto, una gira de teatros a piano. Me apetece un montón porque ya son veinte años de repertorio y se han hecho miles de versiones de esas canciones, pero no se han interpretado nunca tan desnudas, es el momento también porque me siento madura para hacerlo así, sin red.

-Ha hecho dobles versiones en inglés. ¿Qué tal los resultados?

-Siendo franca, ninguno, porque en el momento del lanzamiento para el mercado americano cesó Tony Motola y todo se quedó en un cajón. Tengo entendido que se está vendiendo muy bien por Amazon. Si no ocurrió es porque no debía, yo creo mucho en el destino y ahora voy a intentarlo con unos duetos como el que he hecho con Tom Jones. Aquel no era el momento, espero que éste ya lo sea.

-¿Duetos? ¡Su pareja perfecta sería Freddy Mercury!

-¡Qué perdida! Eso es un sueño para disfrutar en la intimidad, pero con él no grabaría, que es algo frío, sino que cantaría en directo, porque era único. Sería total.

-¿Cómo ha seleccionado las canciones para esta gira sinfónica por su adaptabilidad o por preferencias personales?

-Nunca introduzco mis preferencias en el trabajo. El personaje es el que ha mandado, es muy vulnerable y el repertorio tenía que adaptarse a sus necesidades; ocurrió con Tarántula y ahora con Alma, que es un personaje que me cuesta mucho por su sencillez y su desnudez.