«Hay quien cree que los manzanos se secan»

Roberto Cormenzana, propietario desde hace 12 años del bar Ortiz de Frías, piensa en los seis vecinos que trabajan en la central: «Seis familias que quizás se tengan que marchar de su pueblo a buscarse la vida». Él llegó aquí con cierta inclinación antinuclear, pero trabajó unos cuantos veranos en la planta «haciendo un poco de todo, desde peón a administrativo -es licenciado en Económicas-. Y poco a poco empecé a conocer el tema. Así supe que esto es totalmente seguro. Hay mucho desconocimiento y eso genera miedo. En el bar te dicen cada cosa... Gente con bajo nivel cultural que viene y te comenta que los manzanos se están secando por culpa de la central. ¿Cómo les explicas que es por culpa de la grafiosis, porque va un insecto y pone sus larvas allí?».

Sirve una cerveza a un hombre con una pegatina de 'Garoña, continuidad'. El cierre de la central no afectará a Roberto desde el punto de vista económico: «No tendré que cerrar mi puerta porque mis clientes son los turistas que pasan por aquí», dice señalando a la carretera empedrada que circula frente a su bar.

El precioso pueblo de Frías tiene la suerte de diversificar su economía: «Vivimos de la agricultura, de un sector turístico fuerte...», dice Fernando, que se confiesa abiertamente pronuclear: «Hoy por hoy esta energía también tiene sus inconvenientes, pero a mí me preocupa mucho el cambio climático y de momento supone una solución».

Reconoce que en Frías hay un sentimiento antinuclear importante. A su juicio, lo ha generado el hecho de que el pueblo ha recibido todos estos años muy pocos beneficios por tener la planta tan cerca: «La gente piensa que si tiene que sufrir el perjuicio de tener Garoña al lado, al menos deberían beneficiarse de ello de alguna manera, con un colegio mejor, más servicios, piscinas... Antes teníamos una ambulancia con base en Quintana, pero la quitaron. Hay zonas, incluso, sin cobertura de móvil. No han notado nunca los beneficios y por eso hay tanto antinuclear». En cuanto al cierre, «ha dejado insatisfechos a todos. Y la decisión puede que no sea inamovible, cuando lo han preguntado en la rueda de prensa no han dicho ni que sí ni que no...».