«La ciencia no es entendida por la sociedad»

Manuel Toharia es toda una institución en la divulgación científica. A sus 65 años ha colaborado en el lanzamiento de la publicación 'Muy interesante', ha trabajado como redactor científico en 'El País' y ha escrito una treintena de libros divulgativos. Actualmente es presidente de la Asociación Española de Comunicación Científica. El experto acudió la semana pasada al XII Seminario Internacional de Periodismo y Medio Ambiente, celebrado en Córdoba, para ayudar a que ciencia y comunicación caminen de la mano.

-¿Cuál es el principal problema que tiene la ciencia para llegar hasta la sociedad?

-Hay dos problemas fundamentales. El primero es la enorme dificultad que plantean el lenguaje y el método científico para la terminología cotidiana que usa la gente, que no es capaz de llegar a entenderlo. El segundo es la tremenda incultura científica de la sociedad; la ciencia ha avanzado tantísimo en los últimos años que las personas no han sido capaces de seguir el ritmo.

-¿Estamos los españoles bien informados sobre la ciencia que se practica en nuestro país?

-La información no es mala, el problema es que no es entendida por la sociedad. Dentro de poco se va a poner en marcha el Acelerador de Partículas LHC (Ginebra) y esta noticia va a aparecer en todos los periódicos porque ha supuesto una inversión enorme. Sin embargo, lo que la gente va a leer es que este sistema acelera protones a la velocidad de la luz y que los físicos lo van a utilizar para confirmar diversas teorías, y con esto los lectores no se van a enterar de los objetivos que realmente puede conseguir este acelerador.

-¿Cómo se puede conseguir un equilibrio entre el lenguaje técnico y científico y una fórmula divulgativa que llegue a la sociedad?

-No es que los científicos sean muy técnicos, es que para las cosas nuevas hay que usar lenguajes nuevos. Por ejemplo, un petagramo es una unidad de media equivalente a mil millones de toneladas, los investigadores usan este término porque es más fácil para ellos que decir mil millones de toneladas. Sin embargo, el prefijo 'peta' es literario, no científico, por tanto el problema es que no lo entendemos porque no nos lo enseñan.

-¿Qué papel puede jugar la educación para superar este problema?

-Lo más importante es que en los colegios la ciencia no sea enseñada sólo como algo que ya sabemos y que ya se ha descubierto, como las leyes de la gravedad, Newton... si no que aprendamos el lenguaje y, sobre todo, el método científico. La ciencia es muy amplia y es imposible que lo aprendamos todo, pero sí podemos conocer mejor el método que practican los científicos, el hecho de no limitarse a lo que comprendemos habitualmente e ir más allá.

-¿Qué beneficios puede traer una comunicación fluida entre sociedad y ciencia?

-Vivir más cómodos. Nunca jamás hemos vivido tanto y mejor que en la actualidad. El mundo de hoy está lleno de tecnología y de avances científicos que nos facilitan la vida y podemos beneficiarnos de ello. Pero no conocemos la ciencia y no podemos participar e intervenir en ella. La gente se asusta muchas veces ante algunas investigaciones, porque realmente no conoce su naturaleza, no tiene criterio y no puede ser libre de decidir. Mi suegra no solía usar el microondas porque no entendía lo que pasaba en su interior. El desconocimiento asusta, esa es la barrera que hay que superar.

-¿Qué papel pueden jugar el Seminario de Periodismo y Medio Ambiente en el que ha participado y otros encuentros de este tipo para unir ciencia y sociedad?

-Se trata de una experiencia muy positiva. El objetivo de estas jornadas es despertar la curiosidad por la ciencia, que la gente quiera saber un poco más y así tener un criterio científico con el que poder participar en todo lo que se hace en ciencia. Eso es importantísimo para vivir mejor. Además, este seminario se celebra en un marco universitario y la mayoría de los asistentes son jóvenes, y hay que formar sobre todo a las generaciones venideras. Por otro lado, es muy interesante que el encuentro esté organizado por Enresa, que es, precisamente, una empresa científica y técnica víctima de estos problemas que hay para comunicar la ciencia a la sociedad.