Muere Lisa, hija del pintor granadino José Guerrero

Elizabeth Gracia Guerrero, hija mayor del pintor expresionista granadino José Guerrero, falleció el martes por la noche en su casa de Barcelona. Lisa, como era conocida, padecía un cáncer desde hacía algún tiempo, pero no quiso que su enfermedad trascendiera públicamente. Al parecer, iba a someterse a un tratamiento de quimioterapia dentro de unos días, pero su estado se complicó. Su muerte, que sorprendió incluso a sus allegados, se produce en plenas negociaciones con la Diputación de Granada para la constitución de la Fundación que gestionará el legado de su padre cedido a la ciudad.

Lisa Guerrero nació en Philadelphia (Pennsylvania, Estados Unidos) en 1953, pero pasó su primera infancia en París, donde nació su hermano, José Antonio (Tony), dos años más joven. Creció en Nueva York, aunque desde pequeña realizó visitas a la familia de su padre en Granada. El pintor regresó de su exilio a finales de los setenta. Lisa, que estudió Danza, Psicología y Antropología, formó su propia familia en Barcelona: su marido, Pep, y sus hijos Lucas y Alegra, ya veinteañeros.

La diputada de Cultura, Asunción Pérez Cotarelo, se mostró muy afectada por la muerte de Lisa, con la que mantenía una «relación personal y afectiva» a pesar de la agria polémica que la pasada primavera enfrentó a los dos hermanos con el equipo de gobierno provincial por el legado del artista. La diputada, que viajará a Barcelona para asistir al funeral mañana viernes, anunció que la Diputación rendirá próximamente un homenaje a Lisa Guerrero.

Fuentes del Centro Guerrero, que mantenía una relación con la familia desde los años noventa, señalaron que hace «un par de días» hubo comunicación con Lisa porque uno de los cuadros que necesitaba el museo no estaba localizado ni en Estados Unidos ni en Madrid. Tras varios meses de polémica en torno al centro, las negociaciones con la Diputación se suspendieron en verano y Lisa pudo centrarse en su recuperación. Aunque ella estaba al tanto, la redacción de los estatutos de la Fundación José Guerrero estaba en manos de sus abogados.

Toda una vida

Laura García Lorca, amiga de Lisa desde la infancia, se mostró ayer «muy impresionada y muy triste». «Somos amigas desde que nacimos. Nos criamos juntas en Nueva York, coincidimos en Martha's Vineyard (una isla de veraneo en Massachussets), donde nuestras familias tenían casa, después en Nerja... Hemos compartido toda una vida», aseguró la sobrina del poeta de Fuente Vaqueros.

Laura reconoció que la muerte de su amiga la había sorprendido. «Ha sido completamente inesperada», afirmó, después de hablar con Pep, el marido de Lisa. Hoy viajará a la capital catalana para estar con la familia. «Hablé con ella a finales de julio. Anteayer (por el lunes) estaba con una amiga y pensé en llamarla, pero no lo hice en el momento...», lamentó.

«Espero que todos sus esfuerzos por sacar adelante el Centro Guerrero que ella deseaba den frutos», dijo García Lorca, quien recordó la «inteligencia», «delicadeza» y «generosidad» con que tanto ella como Tony gestionaron su herencia artística.