Alonso anuncia que comprar un cuadro y una entrada para la ópera se podrá desgravar en la futura ley de Mecenazgo

"El modelo que hace depender la financiación de la cultura exclusivamente de los presupuestos públicos es un modelo que se agota en sí mismo". El consejero de Cultura, Luciano Alonso, ha pronunciado estas palabras en un acto convocado por la Asociación de la Prensa de Sevilla donde ha anunciado una reforma de la actual Ley de Patrocinio y Mecenazgo de la cultura. Alonso ha avanzado importantes novedades, entre ellas que la futura norma incentivará con deducciones fiscales tanto el consumo como la inversión cultural no solo a las sociedades sin ánimo de lucro como hasta ahora, sino también a las que sí viven de sus beneficios y a los particulares. Uno de los objetivos de la norma es contrarrestar la subida del IVA en la actividad cultural aprobada por el Gobierno de Rajoy. La futura ley contendrá doce medidas de régimen fiscal aplicadas a los impuestos cedidos a la comunidad autónoma y ocho de carácter no tributario. La idea es "hacer posible en el tiempo que entendamos que se puede dejar y transmitir en herencia un patrimonio cultural con la misma garantía y beneficios que hasta hace poco se hacía con el ladrillo. Es el tiempo de las personas y no de los ladrillos", ha manifestado el consejero.

Alonso ha agregado que es necesario "establecer un marco jurídico que favorezca una estrategia de acción conjunta publico-privada en la financiación de la cultura". Uno de las propuestas inéditas es el micromecenazgo o microfinanciación para alentar a las empresas y particulares a invertir en cultura. El documento recoge una deducción en la cuota de la Renta de las Personas Físicas de una cantidad hasta un máximo de lo invertido en actividad cultural. También es inédito el incentivo del consumo cultural. Luciano Alonso lo ha explicado con un ejemplo: "Comprar un cuadro es una inversión, comprar una entrada para la Ópera es consumo cultural. Pues en ambos escenarios se podrá igualmente aplicar una deducción hasta un máximo por inversión y consumo cultural".

Actualmente, el modelo de colaboración público-privada en la financiación del mecenazgo y de las actividades de interés general, plasmado en la actual Ley de Mecenazgo (49/2002, de 23 de diciembre de régimen fiscal de las entidades sin fines lucrativos y de los incentivos fiscales al mecenazgo), está destinado exclusivamente a las entidades sin fines lucrativos. Según el consejero, los incentivos fiscales previstos en dicha ley se han demostrado insuficientes, "no han sido el revulsivo que se espera", tanto en los porcentajes previstos en las desgravaciones fiscales como en la limitación del ámbito de sus destinatarios.

Para el titular de Cultura de la Junta de Andalucía, aunque una parte muy importante del desarrollo de la industria cultural y creativa depende de las fundaciones y asociaciones sin ánimo de lucro, no se puede desconocer la importancia de la actividad del resto de entidades y empresas de las industrias culturales y creativas en la economía, así como en el mantenimiento y la creación de empleo.

Alonso opina que la paralización de la tramitación del proyecto de ley estatal ha sido por motivos "que parecen ser estrictamente recaudatorios". El texto vendría a sustituir a la Ley de 2002. También señala que el incremento "desmesurado del IVA de los bienes culturales, amenaza con producir un agravamiento mayor de la crisis que golpea al sector cultural".

El consejero ha resumido las novedades de la ley en los siguientes términos: La ampliación de incentivos a la financiación a empresas y emprendedores culturales; El fomento de la micro-financiación de la actividad cultural (el también llamado micro-mecenazgo); Los Incentivos directos al consumo cultural; Los incentivos directos a la inversión cultural; La creación de programas prioritarios autonómicos; La ampliación de los beneficios actuales en sucesiones y donaciones a empresas culturales; La extensión de los fondos reintegrables a préstamos destinados a mejora de los Bienes de Interés Cultural, los BIC; La regulación de los fondos patrimoniales indisponibles como vía de financiación; La mejora y reconocimiento de los premios al mecenazgo; La creación de un órgano colegiado de participación en materia de mecenazgo; La cesión de uso de espacios culturales públicos como medida de incentivo a empresas y particulares; La creación de un registro público de actuaciones y bienes prioritarios de acciones de mecenazgo y, entre otras, la elaboración de un registro de mecenas.