‘Limpian’ el cepillo de la Semana Santa de la parroquia de Íllora

Cristóbal, un voluntario de la parroquia de Íllora, fue el primero en advertir del robo cometido la madrugada del martes en la iglesia ilurquense. Se encontró el despacho parroquial patas arriba, con el armario abierto de par en par, una caja de metal forzada y la mesa con numerosos papeles revueltos. Los ladrones se llevaron 600 euros en metálico correspondientes al cepillo del jueves, viernes, sábado y domingo. "Teníamos otras cosas de más valor y no las han tocado", confesó el párroco de este templo, José Luis Ontiveros.

Los ladrones forzaron la cerradura del salón parroquial y de ahí se deslizaron por una ventana para llegar a la sacristía, para posteriormente acceder al despacho del párroco donde se encontraba el dinero en una caja metálica que forzaron. Un cerrajero se afanaba ayer a las seis de la tarde en reponer las tres cerraduras forzadas de sendas puertas que utilizaron los ladrones para llegar al objetivo.

Los asaltantes desecharon otras piezas de plata antigua, un ordenador de mesa, así como otros enseres que presuntamente tenían más valor económico que el dinero robado. Quizás este detalle haya aportado suficientes pistas a la Guardia Civil para buscar entre la propia gente del municipio y no mirar más hacia afuera. "Nos han dicho que seguramente sea gente de aquí y por eso decidieron llevarse el dinero sin tocar el resto de objetos de valor", según dice el titular de esta parroquia ilurquense.

De madrugada

El robo se sitúa en la madrugada porque el cura permaneció en la iglesia, según recuerda, hasta las once y media de la noche; horas después debió de producirse el asalto. "Cristóbal, un voluntario, se dio cuenta del robo a las diez y media de la mañana. Fue el primero en entrar y yo fui el último en abandonar la iglesia la noche del lunes sobre las once y media de la noche".

Ontiveros reconoce que es la primera vez en los últimos catorce años que han robado en el templo. "Gracias a Dios esta ha sido la primera vez y espero que sea la última. Antes vivían más vecinos por la zona, pero ahora apenas hay y el templo se encuentra más desprotegido", implora este párroco.

El dinero sisado estaba destinado a cubrir distintos objetivos. La recaudación del pasado Jueves Santo iba destinada a Cáritas en aras de ayudar a los más desfavorecidos; la del viernes para fines religiosos y la del sábado y domingo para cubrir los gastos de la Semana Santa. "Ese dinero lo damos por perdido, y tenemos un seguro que se hace cargo de los daños generados en el robo, como el de poner las cerraduras".

La Guardia Civil estuvo tratando de coger huellas y cualquier otro tipo de pistas en la iglesia, pero parece que los cacos actuaron con guantes durante la comisión de esta fechoría.

La noticia ha corrido como la pólvora entre los vecinos de Íllora y a los feligreses les ha dolido bastante este robo. El dinero era de ellos.