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Informe ideal | málaga - granada

A distinta escala

Las comunicaciones por aire juegan en distinta división desde los 60, al igual que las de mar, aunque Motril ha sabido reinventarse

R. I.

Miércoles, 7 de mayo 2014, 03:02

La historia de la aviación está muy vinculada a Granada y Málaga desde inicios del siglo XX. Pero mientras en la primera estuvo más ligada al ámbito militar, en la capital de la Costa del Sol el aeropuerto se concibió desde los años 60 como un punto de entrada masiva de turistas. Los 1.775 millones de euros que ha recibido el aeródromo de Málaga en una década trataron de paliar una situación de colapso en la terminal, donde llegado el verano los aviones no tenían donde aparcar y faltaban puertas para embarcar a tanto pasajero. En esta última década, Málaga ha seguido creciendo en viajeros, hasta los casi 13 millones que atendió en 2013 (un 2,7% más que en 2012). En Granada, las inversiones han estado destinadas a tratar de hacer más atractivo un aeródromo que no logra convertirse en un destino internacional, su gran objetivo.

Las entradas por mar

Los orígenes del puerto de Málaga datan de la época fenicia y los de Motril del siglo XIX, así que su historia no discurre paralela ni en volumen de pasajeros, ni de mercancías. Cuando a la Costa Tropical se le otorgó la independencia de la Autoridad Portuaria de Almería en 2005, el de la Costa del Sol ya tenía un trafico de 1.669 buques y 4,7 millones de toneladas de mercancías, más del doble que el granadino.

Ambas infraestructuras han acometido obras de ampliación en los últimos años, pero las de la provincia vecina han ido más rápidas. A pesar de ello, en 2006 llegaron por primera vez cruceristas a Motril. En los últimos ocho años el número de estos visitantes ha subido a 16.802, un 561% más. En 2014 las previsiones del puerto motrileño 31.000 llegadas superan a las de Sevilla (20.000), siendo este un avance relevante. Aún no está cerrada la temporada 2015, pero también se espera crecimiento. Esa mejora no debe hacer olvidar viejos proyectos atascados en la infraestructura motrileña, cuya reactivación permitiría acercar sus cifras al gigante malagueño. Una de ellas es el polígono industrial, que data de 2006, cuando se iniciaron los trámites y se llegó a colocar la primera piedra, la última hasta hoy, fecha en la que ya se deberían haber invertido 17 millones en ese concepto. La conexión ferroviaria de la dársena con el interior es un plan esbozado desde hace una década por distintas administraciones incluso la UE sin que ninguna haya comprometido formalmente presupuestos para tal fin.

Mientras, el puerto de Málaga estrenó en 2007 la estación marítima de cruceros del dique de Levante, clave en colocarlo como el segundo de la Península en esta materia, con 400.000 llegadas en 2013, ojo, un 40% menos que el año precedente. Y en 2011 se inauguró la zona de ocio Muelle Uno, con 80 millones invertidos a cargo de empresas privadas.

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