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La plaza está dotada de parque infantil, bancos de piedra, bares, fuentes y el Cristo de los Favores.
El corazón más lúdico y religioso de Granada late en el Campo del Príncipe

El corazón más lúdico y religioso de Granada late en el Campo del Príncipe

La tradición atribuye su nombre a los festejos que se celebraron en el lugar tras la boda de Juan, el hijo de los Reyes Católicos, si bien su gran emblema es el Cristo de los Favores

LETICIA ADÁN

Viernes, 29 de agosto 2014, 01:04

En época nazarí, este emblemático lugar situado al pie de la Alhambra estaba ocupado por palacios y jardines. La larga explanada fue creada después de la conquista y utilizada por los Reyes Católicos para las fiestas en honor de la boda de su hijo, el desdichado príncipe Juan, que se celebró en el año 1497 después de casarse en Cantabria.

El Campo de Príncipe se sitúa sobre el antiguo cementerio musulmán. El foco de atención de la plaza es la estatua en jaspe y alabastro del Cristo de los Favores. La pagaron los residentes del Realejo Alto y se instaló en 1640. Entre 1679 y 1682 toda la provincia de Granada fue arrasada por la peste bubónica pero, afortunadamente, el Realejo fue el barrio menos afectado y la gente pensó que se debía al hecho de rezar ante la imagen. Tal era la devoción popular que le prodigaba la población, que el arzobispo Fray Bernardo de los Ríos Guzmán declaró que a cualquier persona que rezara al Cristo de los Favores el Padrenuestro y un Ave María se le concedería 40 días de perdón. Cuatro siglos después, esta devoción se mantiene y alcanza su punto más álgido cada Viernes Santo cuando una multitud de personas se congrega a las 15.00 horas para, en un sepulcral silencio, pedir tres deseos -uno de los cuales, se dice, es concedido-. La escultura se ha convertido además en emblema y protagonista de varios actos religiosos durante la Semana Santa granadina.

Gracias a su ubicación se goza de una espléndida vista de los barrios de la Antequeruela y Mauror y parte del otro llamado Balcón del Paraíso (los Mártires). Más abajo se contemplan la Iglesia de San Cecilio, el lugar donde llegaban en otros tiempos las alamedas, y el Hospital Militar.

Ambiente vigente

En la actualidad los atardeceres y las noches son bulliciosas y animadas, con un ambiente propiciado por los numerosos bares que lo vivifican. También hay una zona de parque infantil para los más pequeños y bancos de piedra para descansar después de un recorrido por el Realejo o disfrutar de todo el entorno granadino. En su entorno se encuentra un pilar de dos caños, una fuente y la pavimentación cuenta con el típico empedrado granadino. En un lugar abierto y destacado se eleva esa bella cruz de piedra con la efigie de Cristo, que la piedad popular levantó en 1640 en el Realejo Alto y 42 años después fue trasladada a esta plaza.

La vegetación del parque es variada y frondosa. El número de árboles existentes en la plaza es de 131, entre los que se encuentra la adelfa, el aligustre, cedro del Himalaya, chopo bolean y simoni, ciprés común y de Arizona, ciruelo rojo, cordilini, espiena de Jerusalén, espino de fuego, falsa acacia, magnolio, naranjo amarfo, olivo, olmo, olmo montano, plátano de sombra, sauce llorón y tuya.

Se trata, en definitiva, de una bella zona de recreo y expansión en el que late el corazón de la ciudad.

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