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El arzobispo de Granada asiste a la reunión de la Conferencia Episcopal

La investigación no descarta más víctimas de los presuntos abusos a menores | Otros tres jóvenes y una profesora declararon hace una semana y un juzgado investiga a doce personas

J. R. VILLALBA, R. I. Y AGENCIAS

Martes, 18 de noviembre 2014, 13:06

El arzobispo de Granada, Francisco Javier Martínez, ha asistido a la asamblea plenaria la Conferencia Episcopal. Tras regresar de Cartagena, donde asistió este lunes al funeral del obispo emérito, Javier Azagra, presidió la comisión episcopal de su diócesis en la ciudad, antes de partir para la capital de España.

La instrucción del caso por agresión sexual denunciada por un joven granadino, en la actualidad profesor, mantiene la acusación a día de hoy contra doce personas, diez de los cuales son sacerdotes, y no se descarta, según las fuentes consultadas, la existencia de más víctimas. EL primer denunciante, que está en la veintena, aunque los hechos datan de cuando era un adolescente. Otros tres jóvenes más prestaron declaración la pasada semana, así como la profesora de un centro educativo de enseñanza secundaria de Granada. En estos momentos no se descarta que conforme se vaya profundizando más en el caso y se tomen declaraciones a más personas pueda ir creciendo el número de víctimas denunciantes.

De momento, está decretado secreto de sumario y el hermetismo es brutal. Este periódico ha podido saber que el primer denunciante que destapó el tema es una persona de profundas convicciones religiosas. Aún queda un margen algo superior a los cuatro años para que no prescriba el caso, en función de la gravedad del delito. La cuenta atrás de una posible prescripción del delito comienza a contar, cuando se ha cometido contra un menor, a partir de que este cumpla los 18 años y tiene un máximo de diez años para evitar que el caso acabe archivado en un cajón.

En esta ocasión, la Policía Nacional lleva investigando desde finales del pasado mes de octubre y entre los testimonios acumulados, además del de la víctima, se encuentra el de otros tres jóvenes más que podrían ser víctimas, una profesora de secundaria, así como el de los acusados, entre los que se encuentran diez sacerdotessupuestamente siete por encubrir y dos seglares; aunque la cifra de imputados puede crecer conforme avanza la investigación, sobre todo, en cuanto al número de personas que supuestamente encubrieron los hechos delictivos denunciados ante la Fiscalía del TSJA, que ordenó a la provincial denunciar ipso facto este caso ante el juzgado correspondiente, lo cual dio pie a la investigación policial.

El Vaticano no ha desmentido en ningún momento la versión mantenida por el primer joven, quien aseguró que el propio Papa Francisco lo llamó por teléfono para pedirle perdón en nombre de la Iglesia católica y le agradeció que, pese al sufrimiento padecido a lo largo y ancho de los años que fue sometido a abusos y agresiones sexuales, aún hoy continuara manteniendo sus fuertes vinculaciones religiosas a través de la organización a la que pertenece, con cierto poder dentro de la Iglesia. Según informaron desde fuentes consultadas en el Vaticano, siempre que alguien ha publicitado una llamada personal del Papa, el portavoz de la Santa Sede, Federico Lombardi, lo ha desmentido si no obedecía a la verdad. De lo contrario, el Vaticano ha mantenido silencio o lo ha reconocido. En esta ocasión ha optado por no decir nada, como signo de que tampoco había nada que desmentir.

Las fuentes pulsadas dentro de la Iglesia granadina confirmaron haber recibido la noticia con bastante sorpresa y no eran pocos quienes hacían cábalas sobre quiénes eran los religiosos investigados. «No nos consta que haya sacerdotes que hayan sido suspendidos en su ejercicio, creemos que se pueda tratar más de alguna orden religiosa y que no haya trascendido tanto como si se tratara de curas de parroquias», comentó a este periódico un ministro de la Iglesia granadina.

Los investigadores siguen avanzando con este caso, tomando nuevas declaraciones, mientras que la cúpula jerárquica de la Iglesia granadina se encuentra ante un escándalo que, de momento, ha generado la separación de su ejercicio profesional, a divinis, de tres sacerdotes.

Declaraciones del subdelegado

El subdelegado del Gobierno en Granada, Santiago Pérez, ha informado de que la Policía tiene dos líneas de investigación en el caso de los sacerdotes acusados de abusos sexuales y está intentando aclarar el grado de participación de los religiosos, pero también de sus posibles encubridores, en un asunto que está actualmente bajo secreto de sumario.

En declaraciones a los periodistas en Motril, Pérez ha recordado que ha sido el Juzgado de Instrucción 4 de Granada quien ha declarado secretas las actuaciones y ha indicado que la Policía Judicial está trabajando en función de las diligencias abiertas. El subdelegado no descarta "posibles arrestos".

Preguntado por si se puede hablar de una red de pederastia, el subdelegado ha señalado que no se "atrevería a decir tanto": "Ahora mismo se ha abierto el proceso de investigación y todo está bajo secreto de sumario, pero no me atrevería a decir tanto, simplemente hay unas conductas que se están investigando y a partir de ahí tendremos resultados bastante pronto", ha incidido.

Según ha aclarado, se investiga si los abusos sexuales sólo pueden atribuírsele a religiosos y si hay otro tipo de personas implicadas, "bien afectadas o bien que de alguna manera puedan ser cómplices".

El subdelegado ha informado además que no se ha puesto en contacto con el Arzobispado de Granada por este asunto y ha pedido dejar a la Policía hacer su trabajo. Según ha recordado, el caso se ha abierto después de una denuncia ante el fiscal superior de Andalucía, Jesús García Calderón.

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