El rescate de la iguana del Realejo

Ha ocurrido en el Campo del Príncipe este mediodía. Una dotación de Bomberos ha sorprendido a todos los clientes de las terrazas de los bares con su entrada al corazón del parque. No había humo por ningún sitio, ni las llamas no bullían por ninguna ventana. ¿Qué hacían allí? El camión se ha detenido junto a los cipreses y ha desplegado su escalera hacia el cielo con un bombero y un joven a bordo. Buscaban una iguana, y no era la primera vez que lo hacían, sino la tercera desde anoche. Fue cuando el parque de Bomberos recibió la primera llamada para rescatar al animal, que se había escapado y había decidido refugiarse en un ciprés, huyendo no se sabe bien de qué. Allí ha pasado la noche. Su dueño, también, aseguraba una vecina.

Esta mañana, los Bomberos han vuelto pero al igual que en su primer intento nocturno, no han conseguido dar con el exótico reptil. Los rayos de sol del mediodía en el barrio del Realejo han invitado a la iguana a buscar su calor, a mostrarse, y ha permitido que su dueño la avistara allá en la copa.

Entre aplausos de niños y mayores, el propietario, con alguna lágrima de emoción corriendo por su mejilla, ha recuperado a su amiga sana y salva. A la tercera, dicen, será la vencida. En esta ocasión, el sol salió para la iguana perdida del Realejo.