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Estado actual de la iglesia de San Nicolás, cerrada la culto en 2010.
Iglesias al borde de la extremaunción

Iglesias al borde de la extremaunción

La reforma de San Nicolás empezará en febrero tras seis años de espera y le seguirá la restauración de San Andrés, que lleva 17 años cerrada

CAROLINA RODRÍGUEZ

Miércoles, 20 de enero 2016, 01:06

En septiembre del año pasado, un informe de la UNESCO dejaba al descubierto todos los incumplimientos que en materia de conservación se estaban registrando en el Albaicín. Un listado con todas las carencias y puntos rojos que el barrio declarado Patrimonio de la Humanidad tendría que solventar, tarde o temprano, si quiere mantener la declaración intacta. En ese 'documento advertencia' se requería resolver «con rapidez» el expediente de la rehabilitación de la iglesia de San Nicolás. Pues bien, seis años después de que la iglesia se cerrara al culto, la rehabilitación arrancará en apenas dos semanas.

Antonio Martín, arquitecto del proyecto, confirma que será en febrero cuando inicie la intervención: «Una gran noticia que llega después de algo más de un lustro de trabajo, espera y colaboración entre todos aquellos que han hecho posible esta rehabilitación».

Puede ser que sea fruto de la coincidencia pero pocos meses después de que empiecen los trabajos en San Nicolás, comenzarán otros no menos esperados por fieles, vecinos y turistas del barrio albaicinero. en este caso, 17 años después de su cierre, será la iglesia de San Andrés la se someta a su mejora. Otra intervención que revitalizará una de las rutas que se ha visto más dañada durante estos últimos años: la del patrimonio eclesiástico.

Porque si el Albaicín es protagonista un día sí y otro también por la falta de limpieza, la contaminación visual -ya sea por el cableado o por la cantidad de pintadas que llenan el barrio- o por el abandono de sus inmuebles, no lo es menos por el estado en el que se encuentran sus iglesias y sitios de culto. Durante años se ha denunciado el deterioro de muchas de ellas, siendo su rehabilitación una patata caliente para el Arzobispado, la Junta y el Ayuntamiento. Finalmente, han sido vecinos anónimos, amantes del patrimonio o los cofrades de las hermandades que regentan los espacios quienes han buscado solución.

Es el caso de la iglesia de San Nicolás, donde la asociación 'Amigos de San Nicolás' ha logrado durante estos años dar un impulso a un proyecto clave en el barrio. El esfuerzo económico realizado durante todo este tiempo a través de donaciones, la organización de actividades y la recaudación de las visitas al campanario, entre otras aportaciones, permitirá afrontar el millón y medio de euros -sólo 800.000 euros para la ejecución material- que supondrá el proyecto, para el que también se ha solicitado un préstamo que cuenta con el aval del Arzobispado de Granada. ¿Y cómo será la nueva parroquia de San Nicolás?

La iglesia no perderá su esencia pero se someterá a una gran rehabilitación global que durará al menos dos años. El proyecto, redactado por el arquitecto Antonio Martín, ha obtenido el visto bueno del Arzobispado y de la Comisión de Cultura y sólo está a la espera de un último trámite municipal que rubrique la licencia otorgada. «Menos a la cimentación y la estructura -que sólo se reforzará porque se encuentra en buen estado- la intervención afectará a todo el inmueble», explica el arquitecto.

Entre los trabajos más destacados del proyecto se incluyen la reforma de todas las cubiertas -que se reformaron en el año 1984, pero que estaban muy deterioradas-, los revestimientos, las instalaciones y el altar mayor que se derrumbó y que hizo que la iglesia se cerrara al culto en 2010. Uno de los retos destacados por Martín es recuperar el volumen de la bóveda original pero con materiales distintos. «Esa bóveda era de ladrillo y piedra y lo que se va a buscar es introducir luz en el altar mayor como símbolo; la parte oscura es símbolo de la tragedia que sufrió esa iglesia y el elemento de cubierta es la luz frente a esa oscuridad». También se intervendrá en la subida de acceso al campanario, que dejará de tener una estructura metálica y la sustituirá por otra de hormigón.

A la espera de que se produzca un milagro financiero

  • No todos los templos corren la misma suerte que los anteriores y no todos cuentan con valedores que colaboren en su mantenimiento o supervivencia. El Albaicín esconde entre sus calles con verdaderas joyas eclesiásticas que necesitan apoyo y una intervención que no llega. La falta de financiación o la no renovación de los convenios de colaboración entre el Arzobispado y las administraciones, tienen a iglesias como la de San José a la espera de que arreglen rincones tan importantes como el Coro Alto -declarado en ruina por la propia Curia- o piezas de gran valor como su órgano de tubos, que está inservible y lleno de cascotes por una mala intervención en las cubiertas; o el propio retablo mayor que oculta grietas y rajas de un tamaño considerable.

  • Otro caso es la iglesia de San Luis, que actualmente se parece cualquier cosa, menos una iglesia. Su estado ruinoso lo que ha hecho que sea una de las que se incluya en la llamada lista roja de patrimonio que elabora la Asociación Hispania Nostra.

  • Esta lista recoge aquellos elementos del patrimonio histórico español que se encuentran sometidos a riesgo de desaparición, destrucción o alteración esencial de sus valores, y actualmente está compuesta por cerca de 700 monumentos, 23 de ellos en la provincia de Granada.

Su exterior, que tiene una imagen de ladrillo pintada de blanco, también será arreglado. Se buscarán los revestimientos originales que recuerdan a las casas tradicionales del Albaicín y desaparecerán las rajas y desconchones que actualmente se pueden ver en su fachada trasera.

A la de San Nicolás se suma otra reforma de vital importancia dentro de las rutas eclesiásticas del Albaicín. La reforma de San Andrés, ubicada en la calle Elvira, y que se espera que llegue poco después de Semana Santa, aunque no hay fecha cerrada.

Para el centenario

La parroquia, sede de la cofradía de la Borriquilla, lleva 17 años cerrada y la idea, según explica su hermano mayor, Eugenio Almohalla, es que la iglesia pueda estar operativa para el próximo año, fecha en la que celebran su primer centenario. «Nada nos gustaría más que celebrar estos 100 años volviendo a nuestra casa, San Andrés».

Para ello, los integrantes de la Borriquilla han tenido que aunar fondos y solicitar un préstamo -avalado por el Arzobispado- de 150.000 euros a pagar en 20 años, con el que acometerán parte del proyecto de restauración. «La intervención total no se va a realizar porque para ello necesitaríamos una financiación muy alta que ronda el millón de euros; pero con lo que contamos sí se puede hacer una primera fase que supone intervenir en las tres cuartas partes de la nave central y el presbiterio, además de adecentar lo más que se pueda la fachada exterior.

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