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Un grupo de personal de trabaja en la fábrica de la sociedad oleícola.
Un sector apalancado y obligado a reinventarse

Un sector apalancado y obligado a reinventarse

Patronal, sindicatos, administraciones y entidades independientes subrayan la debilidad del tejido industrial granadino, pero destacan las «grandes posibilidades» de la provincia

Antonio Sánchez

Miércoles, 17 de febrero 2016, 00:23

El bajo peso del sector industrial es crónico. Granada aborda el inicio de la recuperación económica con un tejido secundario apalancado y obligado a reinventarse. El análisis, en el que coinciden ocho voces autorizadas de la provincia, retrata el estado de las fábricas de la región, que apenas han perdido importancia durante la crisis económica porque ya eran débiles. Luis Aribayos, secretario general de la Condeferación Granadina de Empresarios, cataloga la posición de la industria de Granada y de la comunidad andaluza como «mala», si se compara con España. José Antonio Camacho, profesor de la Universidad de Granada y director del Instituto de Desarrollo Regional, asegura que «la industria de Granada tiene un pulso muy débil». Juan José Martín, delegado de provincial Economía de la Junta de Andalucía, expone que la región carecía de un «gran tejido industrial» antes de que comenzara la recesión económica, pero añade que la crisis ha «apuntillado» al sector con la destrucción de trabajo en las ramas vinculadas a la construcción como la minería, la fontanería, la cerámica, la fabricación de cemento y la generación de otros elementos como hormigón, yeso y piedra. Esperanza Nieto, integrante del grupo de estudios Analistas Económicos de Andalucía, detalla que sobre todo la industria manufacturera sufre una «pérdida de actividad visible». Santiago Ibáñez, integrante del Colegio de Economistas de Granada, habla de una «ausencia de relevancia» del sector secundario local. Y los dos sindicatos más importantes de la provincia, CC OO y UGT, concluyen que Granada «nunca ha tenido un tejido empresarial fuerte».

La revisión de la industria de patronal, administraciones, sindicatos y entidades independientes parte de que el sector secundario de Granada es débil, pero en ella se destacan las «grandes posibilidades» con las que cuenta la provincia en la comparación con su entorno andaluz. José Antonio Camacho desgrana que las actividades industriales han pivotado en torno a tres columnas, «lo agroalimentario, las actividades conexas al sector de la construcción y las industrias próximas al turismo». En el polo opuesto, el desarrollo del sector químico y farmacéutico, claves para la generación de un tejido industrial nuevo y vinculado al PTS.

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