"Granada, tierra robada por mí"

La mañana es comedia, tragedia y drama según se desarrolla. Comedia para los granadinos que enarbolan la malafollá para envolver su enfado por la noticia. Tragedia para un alcalde que después de tres mandatos con mayoría absoluta sale de su Ayuntamiento camino de comisaría. Y drama para el Partido Popular, que ve que su futuro es, cuando menos, borrascoso.

A la una de la tarde la Plaza del Carmen sigue reflejando la tensión informativa que se ha instalado tras conocerse la operación policial contra la presunta trama de corrupción urbanística en el Ayuntamiento de Granada, gobernado por el Partido Popular, y que investiga al alcalde y a la concejala de Urbanismo desde hace diez años, desde 2006.

Suena el reloj del Ayuntamiento y se escucha la canción-emblema de la ciudad: "Granada, tierra soñada por mí". Un curioso que lleva buena parte de la mañana convierte el estribillo en su particular crítica: "Sí, sí, dice, más bien Granada, tierra robada por mí".

No es el único que está más que soliviantado. Un treintañero con un perro de raza cruza la plaza y grita con una voz potente y fuerte, airada, "Torres Hurtado, chorizo". Todo el mundo le mira y él, que se ha quedado más que a gusto, sigue su camino. Otro, que no se ha perdido nada, dice que los agentes de la Policía Local han salido con cartones para que no se fotografíe al alcalde: "¡¡Cuánto glamour!!, critica. "Podía haberse tapado con el Pendón de Granada", hace leña del árbol caído.

Pululan las concejalas de Vamos Granada, y el edil de Izquierda Unida, dando declaraciones a las televisiones nacionales. No se les ve el pelo a los ediles de Ciudadanos, que con sus votos sostienen el gobierno del PP. SI bien, en Madrid, en el Congreso, el diputado y edil Luis Salvador da por rotas las relaciones.

Huele a fin de etapa por todos lados y hasta la estatua del caballo que preside la Casa Consistorial, lo sabe. El Instante Preciso, se llama esta estatua ecuestre, alegoría de muchas cosas que están por venir.

A los concejales del Partido Popular ni se les ve ni se les espera. Han desaparecido fulminados por los acontecimientos. SIn embargo, han brotado todos los medios de comunicación del mundo y se han instalado desde el punto de la mañana en la Plaza del Carmen. Se huele que hay noticia gorda y que esto no ha hecho sino empezar.

Los periodistas se mezclan con los curiosos y también con los turistas, que cruzan en grupos la Plaza del Carmen y no dejan de sacar fotos y vídeos, divertidos con este carnaval de la corrupción. El cordón de la Policía Nacional, se mantiene firme. Veo a dos compañeros corriendo, Ana González Vera y Daniel Olivares Dawson. Ver al bueno de Dani corriendo es síntoma de máxima tensión informativa. "Estaban sacando por el otro lateral a la gente de la Concejalía de Urbanismo. Y los hemos pillado", me cuenta al rato, satisfecho.

Los fotógrafos toman uno de los bancos de la Plaza del Carmen al asalto. Veo a Fermín Rodríguez, muchos free lances y al compañero de El País, que ha logrado una de las fotos de la jornada (se ve a una limpiadora, con la mopa, dándole fuerte al suelo de la entrada del Ayuntamiento, rodeada de agentes de la UDEF). Sin embargo, todos reconcen el talento de Alfredo Aguilar: "Nos ha ganado a todos. Ha conseguido las fotos en las que sale el alcalde". #Respect

Se abre el cordón policial, es la una y media ya de la tarde, y salen automóviles con cristales tintados. Los detenidos van hacia la comisaría, en el barrio de Albayda, en uno de los extremos de la ciudad. El primer acto de esta comedia, del drama y de la tragedia, acaba de terminar. Pero hay obra para rato.