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La calle responde al acuerdo sobre el 'botellódromo'

La calle responde al acuerdo sobre el 'botellódromo'

Valoraciones de uno y otro color tras conocerse el acuerdo presentado por PP y Ciudadanos, en el día de la entrada en vigor de la ley de Seguridad Ciudadana

Ángel Orte

Jueves, 2 de julio 2015, 02:06

El caso botellódromo sigue dando motivos de debate, y se prevé que este no cese en un buen tiempo. En el marco de este 1 de julio, cuando ha entrado en vigor la Ley de Seguridad Ciudadana, los representantes del Partido Popular y Ciudadanos en el Ayuntamiento de Granada han llevado a cabo la rúbrica del acuerdo que incluye planes de acción sobre cincuenta puntos consensuados por ambas formaciones. Entre ellos, uno clave: la prohibición de la conocida como Fiesta de la Primavera o convocatorias masivas de similar índole. Todo hace indicar que este ha sido el primer paso para el cierre del recinto próximo a Hipercor.

La noticia se prevé que siga alimentando las discrepancias, si bien, no se puede definir un grupo social específico que se muestre radicalmente a favor o en contra del mismo. La Ley Mordaza sancionará a aquella persona que, tal y como recoge el artículo 37 en su apartado 17, consuman bebidas alcohólicas en cualquier zona de la vía pública cuando perturbe gravemente la tranquilidad ciudadana. Una infracción considerada leve que supondrá sanciones de entre 100 y 600 euros.

Para Rafael Hernández, un granadino de mediana edad, el importe mínimo de multa se le antoja corto, ya que no debe haber otro objetivo que el de defender la tranquilidad de las personas que tienen su vivienda y viven castigados por estas situaciones. Sin embargo, para Purificación Puerta, granadina hoy residente en Madrid, puede resultar excesiva, ya que por consumir alcohol en la calle frente a un negocio mientras se consume un cigarrillo puede suponer también una sanción.

Hernández recuerda que los granadinos llevan sufriendo durante años ruidos, incomodidad, suciedad y el caos que se convierte la ciudad. Bajo su punto de vista, el comunicado emitido por el Consistorio granadino es positivo ya que la clase política ha sabido escuchar la petición de los ciudadanos. El problema puede ser una posible dispersión, pero ahora no se van a poner facilidades. A partir de ahora la gente de fuera se pensará más de una vez el venir a beber, apunta.

En referencia a las medidas a adoptar, Puri, quien asegura haber visitado el recinto en momentos puntuales ya que lo considera denigrante por las situaciones vividas, cree que la solución podría estar en que se establezcan planes especiales en locales o discotecas para suponer un gasto económico algo menor. La gente joven busca un fin de semana salir de marcha, no otra cosa, resalta. En este mismo sentido, Rafael incide en que es necesario que las medidas puedan llegar a complacer a la gente joven y no hacer demagogia al respecto.

Deben estar adecuadas a este tipo de ocio y no vender otros acontecimientos que culturalmente suenan muy bien, pero que no es lo que busca la gente joven un viernes o un sábado, insiste.

¿No se dan cuenta de que vamos a hacer botellón en cualquier otro sitio?

En el otro extremo se encuentra la opinión de otros viandantes como José Antonio. Este antequerano ha desarrollado su formación universitaria en la ciudad y recuerda que en cuatro años como estudiante nunca tuve la necesidad de provocar disturbios o cometer otro tipo de actos, aunque reconoce que se suceden tales incidentes y que deberían ser sancionados con dureza. Sin embargo, bajo su punto de vista, cree que la solución no está en acabar con esta práctica sino en llevarla a un espacio de mayores dimensiones y más apartado.

En esta línea se manifiesta Alejandro López, quien dirige la mirada como punto estratégico a la propia Huerta del Rasillo, zona que se podría acotar para tener un mayor control. La decisión adoptada este miércoles por el Ayuntamiento, según su versión, podría derivar en protestas de la gente joven.

En referencia a la Ley Mordaza, Álex asegura que tendrá sus connotaciones positivas porque evitará actos vandálicos, pero también negativas. Parece que la intención es la de engrosar las arcas. La gente se dispersará, se meterá en casas y molestará a los vecinos o se irá a plazas u otros lugares. Cuando vean a la Policía huirán como si fuesen perseguidos.

Mientras tanto, en las diferentes redes sociales se han sucedido los comentarios de aprobación ante tal decisión, y también de rechazo. Otros directamente aprovechan para avisar sobre lo que se viene encima: ¿No se dan cuenta de que vamos a hacer botellón en cualquier otro sitio?. Todo hace indicar que estamos ante el principio del fin, pero no lo esperen al corto plazo.

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