Sufre un ataque cardiaco al volante de un tráiler y salva la vida gracias a un policía local de Castell

Ha tenido la desgracia de sufrir un ataque cardiaco con 38 años... y, a pesar de todo, puede sentirse un hombre afortunado que vive para contarlo. La rápida actuación de la Policía Local y los servicios sanitarios de emergencia del centro de salud de Castell salvaron la vida en la tarde de este pasado lunes al conductor de un trailer que sufrió un paro cardiaco al volante de un tráiler, en pleno centro de este pueblo costero.

El conductor, natural de un pueblo de Jaén, se dirigía a recoger mercancía a una de las grandes empresas hortofrutícolas de Castell cuando, alrededor de las seis de la tarde, sufría un ataque al corazón en la travesía Málaga-Almería, en pleno casco urbano de Castell.

Por fortuna, el chófer logró parar, a unos 50 metros del centro de salud del pueblo, evitando la tragedia que podía haber supuesto perder el control del vehículo de gran tonelaje en la transitada calle. El trailer se había quedado ocupando un carril, pero nadie se había percatado del problema de su conductor. Los coches simplemente le adelantaban. Sin embargo, un golpe de suerte hizo que el jefe de la Policía Local de Castell y un agente que se dirigían en ese momento a las cocheras pasaran por allí y se acercaran al trailer. «Vimos al conductor con la cabeza bajada y pensamos que estaría con el teléfono o con el navegador, es muy habitual que en esta zona se pierdan. Al tocarle en la puerta para ver si podíamos ayudarle vi que se le vencía el cuerpo y pensé que estaba muerto», relata a IDEAL Javier Olea, jefe de la Policía Local de Castell.

Mientras su compañero avisaba a los servicios de emergencia, Olea comenzó a practicar al hombre, inconsciente, maniobras de reanimación cardiopulmonar a la desesperada. «Le busqué el pulso y no lo encontraba. Recliné el asiento y empecé a hacerle la RCP y a darle golpes en el pecho», cuenta.

La cercanía del centro de salud fue otro factor de suerte en esta historia con final feliz. La ambulancia con una médica de urgencias tardó apenas unos minutos en llegar tras recibir el aviso del agente. «La doctora trabajó en condiciones muy difíciles, practicó una reanimación tan complicada prácticamente suspendida en los escalones del trailer mientras la sujetábamos. Yo sentado en el volante seguía golpeando al muchacho y diciéndole ¡venga, amigo, venga amigo! Y por fin abrió los ojos, empezó a llorar y dijo 'me duele el pecho'», continua el relato Olea.

Los policías y el conductor de la ambulancia lograron bajar al conductor del trailer -sin esperar a los bomberos que tenían que llegar desde Motril- «porque la médica lo quería en la ambulancia con urgencia». El agente fue el día después a visitar al conductor al hospital de Motril, antes de que le trasladaran al hospital de Úbeda, donde se recupera ahora.

«Fue muy emocionante, su familia estaba muy agradecida», resume el agente, que ha querido hacer pública la historia para «destacar la labor de los servicios públicos». «Lo primero que hay que subrayar es lo bien que lo hizo él al conseguir parar el trailer porque evitó una tragedia. Pero también es importante decir que este hombre salvó la vida porque había Policía y médicos trabajando por la tarde en Castell y esto es algo que no todos los pueblos tienen», concluye.