Mariola Cantarero canta la Granada de Ángel Barrios

Sus últimas palabras fueron para la ciudad de sus ojos. "Llevadme a Granada", dijo el maestro Ángel Barrios en el instante postrero, según contaba recientemente su hija en la presentación de la muestra que le ha hecho la Alhambra. Ese intenso granadinismo, la conexión con la tierra, se respira también en el recital homenaje que protagoniza la soprano Mariola Cantarero este martes dentro del Festival Internacional de Música y Danza. Todos los elementos apuntan a esta idea: las canciones de Barrios, la voz de Mariola y el escenario del Patio de los Arrayanes en el que se desarrollará la cita.

Seis son las canciones del Maestro que se recuperarán en el recital. "Sin estrella y sin cielo", "Mañana de luz y fuego", "La novia del aire" (bolero andaluz), "Hechizo y nostalgia", "Noche" y "Con puñales de cariño" (seguidilla), todas ellas escritas alrededor de 1960 para piano y voz con textos de su yerno Agustín Valdivieso. La adaptación de las obras, necesarias para encajarla con la magnífica voz de Mariola Cantarero, ha servido para que la soprano conozca en profundidad al compositor. "He buceado en su historia, en la vida de Ángel Barrios, y me he sentido muy identificada porque era una persona muy afable, muy cordial, un hombre con una visión de futuro extraordinaria y con una idiosincracia granadina muy profunda", dijo durante la presentación del espectáculo.

A la obra de Barrios se suman otras composiciones de Turina, Maurice Ravel, Charles Gounod, Georges Bizet y Léo Delibes, así como de coplas escritas por Rafael de León. "El programa va todo muy ligado al misticismo árabe, con una magia muy oriental, y canciones muy bonitas, nuestras, que están a veces muy maltratadas y que creo que nosotros intentamos llevarla a nuestro lado lírico pero desde un profundo respeto", explicó la artista.

"Para mí va a ser una noche muy mágica, muy emocionante, en mi casa, en los Arrayanes con esa alberca maravillosa. No sé, las letras, el sitio, creo que todo está super unido", concluyó Mariola Cantarero.