

Secciones
Servicios
Destacamos
Edición
Pablo Rodríguez
Jueves, 2 de junio 2016, 02:49
A buen seguro Dexter Morgan sonreiría al leer 'Alevosía', último poemario de Miguel Ángel Arcas. Como el despiadado y cómico asesino en serie que interpretaba hace unos años el actor Michael C. Hall, el nuevo libro del granadino inocula en el lector la misma abrumadora sensación que la afamada ficción televisiva: la violencia, en su más alto grado, también forma parte de nuestra raíz.
El poeta muestra en 'Alevosía' (La Isla de Siltolá, 2016) la otra cara de la condición humana, un rostro salvaje pero frágil que hace del asesinato su solución definitiva. Esto es especialmente evidente en 'Asesinaditos', sección de veinte poemas que abre el libro y en la que abarca historias contadas por asesinos que nos dicen cómo y por qué mataron a sus víctimas.
Es ahí donde el autor reúne una colección de homicidios tan variada como cómica. Los hay por crímenes políticos, amorosos, de pareja, circunstanciales, poéticos... Todos ellos apoyados en justificaciones tan diferentes como la venganza, los celos, la envidia, el amor o la pura diversión, entre muchas otras. «La violencia está justificada en este libro y eso nos hace pensar que la muerte está en el límite mismo de la vida; que puede aparecer en cualquier momento y de la forma menos previsible», asegura.
Arcas emplea en estos asesinatos una de sus mejores armas: el humor negro. ¿Es la ironía solo un toque macabro? De ninguna manera. Esta deformación cómica la utiliza como herramienta de conocimiento. «El humor indaga y es capaz de descubrir las verdades más profundas; muchas veces, detrás de lo más trivial se esconde lo más hondamente significativo de nosotros mismos y es a través del humor como reflejo cómo somos».
Todas estas muertes sirven al autor para mostrar el envés de la condición humana, una cara que no ha sido materia poética en los últimos tiempos. «Es como si la Poesía se olvidara en muchos casos de que los seres humanos no solo tenemos sentimientos nobles; también tenemos sentimientos despreciables, muy políticamente incorrectos».
¿Es entonces esto una reivindicación de lo vil? Arcas lo niega. «No es que lo reivindique, lo que quiero mostrar en este caso es que somos así también: que la muerte, aunque sea ridícula, absurda y llena de humor, responde a unos sentimientos que nos pertenecen, en definitiva, que somos capaces de matar».
Aub y los epigramáticos
'Alevosía' esconde además interesantes relaciones con algunos de los autores fetiche de Arcas. El primero es Max Aub. Arcas, al que no se debe separar su actividad al frente de la editorial Cuadernos del Vigía, lleva años concentrado en el rescate de la obra de un autor que ya mezcló en 'Crímenes ejemplares' similares ingredientes a los empleados por el granadino. «En realidad estos poemas rinden homenaje a Aub; he intentado continuar la saga de crímenes que él escribió y más aún, pienso seguir aumentándolos en el futuro hasta extenderlo al ámbito político. Creo que la actualidad de este país merece este empeño»
Pero no solo Aub surge entre los versos de Arcas, también asoman la cabeza los epigramáticos latinos y griegos. La influencia de Marcial o Catulo es especialmente evidente en 'Mala', la segunda sección en que se divide el poemario. Ahí el granadino cambia el tono para ficcionar la venganza del amante despechado y construir un relato devastador y corrosivo. «Los de 'Mala' son poemas líricos con un final picante, tal y como dicen los epigramáticos; son poemas de batalla, que desnudan al otro y lo destrozan desde un punto de vista personal para devolverle la crueldad».
'Alevosía' encierra así una poesía de verdad, que surge de la ficción pero que habla de otra cara que no se suele mostrar y que ayuda a comprender no solo las grandes tragedias que rodean al ser humano, sino las que él mismo carga -en ocasiones sin saberlo siquiera- en su más profundo interior.
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
España vuelve a tener un Mundial de fútbol que será el torneo más global de la historia
Isaac Asenjo y Álex Sánchez
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.