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Juanjo Martín
Martes, 27 de diciembre 2016, 00:09
El Covirán está a medio paso de conseguir su billete para la Copa LEB Plata, torneo reservado para los dos mejores equipos al final de la primera vuelta. Las diez victorias y el 'average' global de +145 allanan un camino en el que presumiblemente se topará con Lucentum en un escenario aún por determinar. Un triunfo nazarí supondrá casi la certeza de que tendrá lugar en Granada, mientras que un revés abriría la puerta a una celebración en tierras levantinas. El presidente Óscar Fernández-Arenas está convencido de que la entidad capitalina gozará en ese duelo copero del apoyo de la grada, aunque echa de menos un mayor reconocimiento a la gran campaña de su club.
¿Qué se siente al saber que sólo un cataclismo les impedirá jugar la Copa LEB?
Una alegría inmensa. Terminar la primera vuelta entre los dos primeros significa que hemos firmado una primera vuelta espectacular. Viendo cómo ha ido la campaña, en la que de catorce jornadas hemos sido líderes en diez de ellas, es una gozada que queremos rematar este viernes ganando a Valladolid.
Disputar la Copa en el Palacio puede ser la guinda.
Siempre hemos perseguido que el baloncesto sea un punto de energía en Granada, un referente más. Para ello hemos intentado traer grandes eventos a la ciudad y albergar la Copa sería uno más. Con lo que implica de movimiento a nivel del baloncesto nacional, se trataría de una gran satisfacción organizarla.
Última jornada en casa y dependiendo de uno mismo. Ni a Fernando VII se las ponían así.
Después de un mes tan complicado, con tres salidas largas a domicilio, hacemos un balance positivo pues nos la jugamos en casa con tu afición apretando al rival.
Este objetivo de la Copa es relativamente reciente. La primera vez que se reconoció públicamente fue hace poco más de un mes.
Para mí sí era un objetivo desde el principio, porque supone terminar la primera vuelta ahí arriba. Ni jugadores ni entrenadores lo han mirado así porque no era una cosa primordial, pero para mí sí era importante. Incluso he tenido conversaciones sobre varias cosas con la FEB en caso de que la juguemos en el Palacio. No podemos clasificarnos el día 30 y no tener nada preparado jugándose el 21 de enero y con las Navidades de por medio. No hay nada cerrado, pero sí hablado.
Lo de ganar la Copa y llevarse el factor cancha en los 'play offs' resulta muy goloso.
Es el motivo fundamental. Tener un trofeo es bonito para la foto y para el palmarés, pero lo bueno es la ventaja que te da en la lucha por el ascenso. No es nuestro estilo, pero si quedan pocas jornadas para el final lo mismo no hay necesidad de tener a Jesús Fernández 35 minutos en cancha, porque te da igual acabar segundo que tercero al haber ganado la Copa. Marín reservó a un jugador 'tocado' varias semanas, así que es algo a contemplar.
¿No es quizá un premio excesivo? Se trata del factor cancha en todas las eliminatorias, no sólo en la primera de cuartos de final.
Quizá sí sea excesivo, pero veo bien premiar una gran primera vuelta, algo que en ACB no se hace y en la que la Liga regular apenas tiene una repercusión directa.
El verdadero objetivo del curso sigue siendo el ascenso a LEB Oro. ¿Se considera ya igual de favorito como le ven el resto de clubes?
Podemos competir a un nivel muy alto porque tenemos una plantilla más larga que el año pasado. Hemos vencido a los primeros de este año y, salvo a Lucentum (+6), todos con un 'average' amplio. Tras caer con Alcázar todo era negro por ceder ante un recién ascendido, pero perdió la imbatibilidad en su pista el otro día en la última jugada contra Alicante. En la campaña anterior no les supimos ganar a los cuatro primeros; en esta podemos competir contra cualquiera. Eso sí, sin relajarnos.
¿Se siente el equipo a batir?
En casa todos vienen como lobos, sin presión y jugando en el mejor marco de la LEB Plata, un Palacio con tres mil personas que vuelve locos a los jugadores. A domicilio también somos el equipo a batir y hay muchos actos extradeportivos en nuestros partidos. Te sientes importante, pero siempre con humildad y dejándonos la piel en la pista.
¿Qué nota le pone al equipo en lo que llevamos de temporada?
Estamos prácticamente clasificados para la Copa, hemos estado diez de las catorce jornadas como líder, lo más bajo que hemos estado ha sido tercero y porque teníamos un partido menos que los dos primeros... La nota que le pondría sería un 9'5 por no poner un 10, que llegaría si logramos el remate del viernes contra Valladolid. El año pasado estuvimos cuatro jornadas en la primera posición y estábamos dando botes. Estar como estamos demuestra que nuestra campaña está siendo una locura, pero la gente no termina de valorar lo que se está haciendo. No sé si es por las cuatro derrotas o por qué, pero algunos se quedan conque perdimos con León o Alcázar, sin valorar que hemos estado siempre arriba. No se valora al 100% que el equipo está jugando de maravilla y que ha ganado a Ávila por 18 puntos, a Navarra por 16, a Cambados por 17, a Morón por 21 o a Sammic por 22. Aun así, no veo que se aprecie en su justa medida tener un equipo en LEB Plata y estar a una jornada de concluir la primera vuelta como líder.
¿Cree que se da por sentado que el Covirán va a subir, que no se reconoce el éxito por ser esperado?
Creo que sí, al menos esa es la impresión que me da. Algunos me escribieron mensajes tras la derrota en Alcázar y me gustaría saber si esos mismos son capaces de decir tres jugadores de ese equipo, porque yo reconozco que incluso a mí me cuesta. La sensación es que el año pasado se le exigía menos al equipo y la gente parecía más contenta. No veo que se reconozca el esfuerzo de este verano para construir un equipo competitivo, para corregir el error de fichar a gente sin experiencia en la Liga. Las expectativas son que debemos ser primeros forzosamente, pero la LEB Plata tiene mucha 'guasa'. Nuestra obligación es seguir los cauces actuales para que lo deportivo, lo económico y la base vayan bien. Nunca hemos dicho que debemos subir a Oro. Sammic y Lucentum sí lo dicen, pero nosotros no y, aún así, estamos trabajando para ello con independencia de que desde fuera se valore o no a lo que está realizando esta plantilla. A veces me preguntan '¿Cómo vas? ¿Sólo segundos?' Y lo mismo ni saben quién va en primera posición.
En esa percepción posiblemente influya la realidad de que poseen uno de los mejores equipos de la Liga, por no decir el más potente. El bloque del Covirán está a un nivel superior del resto.
Está claro. El año pasado competimos en casi todos los partidos pero teníamos una plantilla continuista de Liga EBA. Ahora tenemos más calidad y seguimos compitiendo porque ese es nuestro gen, pero los demás no son mancos. Entendemos que estaremos arriba al final de temporada, pero la gente no es todo lo positiva que esperaba. Conforme pase el curso se valorará más el trabajo de estos tíos, y si estamos arriba será más positiva la realidad.
Diez victorias hasta el momento, aunque lo importante es que ante los adversarios directos por estar arriba se han cuajado los mejores partidos. Dos ejemplos son los partidos en Morón y Sammic.
El que más me ha gustado fue el de Sammic. Se trabajó de maravilla durante la semana y los jugadores sabían qué hacer en todo momento para frenar a sus jugadores importantes. Nos ha costado arrancar con las incidencias de Berni Castillo y Fernando Fernández, la baja de Iván Martínez... Pero el equipo ha demostrado que tiene casta. Las derrotas han sido pírricas y luego ha dado la talla ante Sammic, que está muy cerca de nosotros y de Lucentum en cuanto a potencial, y en Morón. Esta última es una pista criminal en la que lo normal es perder y, a lo sumo, ganar por poco. Nosotros lo hicimos por veintiuno (56-77).
Contra Sammic también se rompió al fin la 'maldición vasca'.
Le hemos dado más vueltas a la 'maldición' de lo que es. Jugamos cuatro partidos allí y los perdimos, pero el año pasado estaba Araberri, que ascendió, y nosotros éramos novatos en la Liga. Hacer viajes tan largos nos costó, pues en Marín (Pontevedra) nos llevamos un repaso tremendo. Ganar a Sammic fue una gran satisfacción, pero más me alegré este año en Albacete pese a que ascendimos allí. Lo vital era ganar para no quedarnos descolgados contra Sammic y sabiendo que en la segunda vuelta tenemos más partidos en casa que fuera.
¿Cómo vislumbra 2017? ¿Qué debe pasar para que lo considere un gran año?
Me cuesta mirar tan lejos en el tiempo. Lo suyo sería decir que el broche sería el ascenso a LEB Oro, no podemos dudarlo, pero no soy de soñar o pensar en un futuro lejano. Lo único que sé es que el día 30 jugamos contra Valladolid y nos jugamos el premio de organizar la Copa en Granada y en el Palacio. Más allá de eso no veo nada.
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