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A. NAVARRO
Lunes, 13 de marzo 2017, 02:50
Fin de semana desagradable para el fútbol sala provincial en el partido de Segunda División Andaluza disputado en el Pabellón San Pascual Bailón de Pinos Puente, entre el San Antonio de Casanueva y el Loja FS. El árbitro del encuentro, Raúl Estévez Morales, fue agredido durante el partido y tuvo que ser escoltado a la finalización por la Guardia Civil. Todo transcurría por los cauces habituales hasta que a falta de cuatro minutos una supuesta falta que el colegiado no apreció dio origen al suceso.
Después de que el balón saliese a saque de banda, el árbitro granadino tuvo que expulsar al jugador local Joaquín C. C. por «darme una patada en el antebrazo izquierdo» tras haber entrado al terreno de juego desde el banquillo y al también jugador local, José Manuel A. R., por «darme una patada en el costado izquierdo», según se detalla en el acta.
Otro futbolista, no convocado para este partido pero en la grada, también fue denunciado por dirigirse al colegiado y amenazarlo de muerte, teniendo que ser «sujetado por varios jugadores», según el comunicado del colegiado. El árbitro tuvo que ir a un centro sanitario, donde le diagnosticaron contusiones en las costillas y fibras rotas.
Desde el Colegio de Árbitros de Granada y la Federación Granadina de Fútbol muestran todo su apoyo al colegiado y se ha programado una reunión para conocer más a fondo los hechos y decidir si se toma alguna medida antes de que el Comité de Competición se pronuncie sobre la sanción para los agresores.
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