Una bisabuela de 74 años entrena al recordman mundial de 400

A la sensación del momento en los Juegos de Río, el sudafricano Wayde van Niekerk, lo entrena una bisabuela de 74 años. La señora, Anna Botha, rezuma la energía de un adolescente despué de que su pupilo ganase la carrera de 400 metros y superase el récord del mundo de Michael Johnson, vigente desde 1999.

«Estoy muy feliz porque no tengo ningún problema de salud y es porque estoy ocupado con los jóvenes», dijo Botha, quien fue velocista y saltadora de longitud en su apogeo en los años 50 y 60.

Botha entrena a Van Niekerk y dice pertenecer a la vieja escuela del atletismo, la de los grandes motivadores que sacan el máximo partido a sus deportistas.

Es la entrenadora jefe de la Universidad del Free State (Sudáfrica) y allí descubrió el talento especial que tenía Van Niekerk, hoy campeón olímpico y nuevo propietario del recórd mundial de 400 metros.

El asalto a la cima del 400 lleva mucho tiempo planificándose, según dice. «Tuvimos una reunión con sus padres y se planificó cómo íbamos a manejar esto, nuestra situación, nuestras metas y nuestros ideales -ha declarado Botha-. Lo principal es que escuchamos lo que su cuerpo nos dice. Según el cuerpo dice a tope, paramos o vamos más suave».

Botha dijo que adivinó el potencial de Van Niekerk cuando era un escolar que terminó en cuarto lugar en los 200 metros finales de los campeonatos mundiales júnior 2010 en Moncton, Canadá.

Los dos se unieron en octubre de 2012 cuando Van Niekerk se inscribió como estudiante de marketing de Kovsies, donde Botha ha sido entrenadora de atletismo de la institución durante 25 años.