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ALEJANDRO RUZ
GRANADA
Domingo, 17 de septiembre 2017, 01:33
Las históricas chumberas del Sacromonte están a un paso de ser leyenda. El abandono de estas plantas, que son todo un símbolo en el paisaje de este barrio, está dejando imágenes de vegetales caídos, putrefactos, de innumerables pencas podridas en el suelo y, lo que es peor, la aparición de unos mosquitos blancos que están haciendo las noches imposibles a los vecinos y turistas de la zona. Jóse Luis Díaz, habitante del barrio, cuenta que las chumberas se han echado a perder debido a que nadie las cuida: «Antes de vez en cuando limpiaban los róales», comenta. Asegura que años anteriores también ha habido mosquitos, pero que este se han multiplicado. «Por la noche es un enjambre de mosquitos que se comen a los extranjeros», bromea este vecino.
Las terrazas de los restaurantes y de los tablaos flamencos del Sacromonte son las principales afectadas por estos nuevos e incómodos inquilinos en el barrio. Jonathan, propietario del tablao flamenco Cueva la Rocío, cuenta que a partir de las nueve de la noche aparece una plaga de mosquitos blancos pegajosos en su establecimiento. «Es insoportable, son muchos los clientes que se quejan, nos está afectando muchísimo, vamos a llamar al Seprona para solucionar el problema», asegura. El propietario critica que nadie se haga responsable de la situación, pues se sienten abandonados. «Por nuestra parte hemos desinfectado todo, hasta hemos echado productos en las pencas de en frente. Hemos puesto quejas y nadie ha dado solución», lamenta Jonathan, quién señala que nunca había visto así las chumberas: «Están todas infectadas, es la primera vez en diecisiete años que veo esto aquí».
Obtención Aplastando insectos de la familia de la cochinilla y parásitos de cactus. Se mezcla con aluminio o calcio para su rojo intenso.
Uso Se emplea en yogures, lácteos con sabor a fresa, mermeladas, golosinas, gelatinas, helados, embutidos y en productos de maquillaje.
El lamentable estado de las chumberas no sólo es la causa de esta nube de mosquitos que tanto incomoda en el Sacromonte durante este verano, sino que también hace peligrar el consumo del higo chumbo y está modificando por completo la estética del paisaje, pues tanto las chumberas como las cuevas son símbolos del barrio. Juan Hueto, presidente de la asociación de vecinos del Sacromonte, afirma que este último año ha sido especialmente fuerte el número de chumberas afectadas. «Ha sido una planta que durante mucho tiempo generaba beneficios con la venta de los chumbos y a nivel de paisaje funciona como un elemento de erosión importante», comenta el presidente, quien asegura que desde la junta de distrito ya plantearon al Ayuntamiento la necesidad de buscar soluciones ante la plaga extendida de cochinilla del carmín.
Desde el Ayuntamiento señalan que las plantaciones de chumberas infectadas no pertenecen a sus zonas ajardinadas, por lo que no pueden hacer nada al respecto. El problema radica en que la planta no es autóctona, pues desde Medio Ambiente de la Junta aseguran que tampoco pueden hacer nada ya que «no esta dentro de nuestras competencias», debido a que el vegetal está catalogado como especie exótica invasora. Es la razón por la que los laboratorio no investigan y no existe un producto químico autorizado para combatirlas. Los vecinos del barrio están solos ante esta lucha. El único remedio a su alcance es sanear las plantas con agua.
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