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MIRIAM OCHOA
Lunes, 23 de enero 2006, 01:00
Seis segundos bastaron para que el CD Universidad arruinase el trabajo realizado durante todo el encuentro ante el Aranda Weimar, quinto clasificado del grupo único de la División de Honor B. Ese tiempo impidió a los universitarios obtener un premio mayor, que merecieron mucho más que los castellano-leoneses porque jugaron mejor o igual que ellos durante 59 minutos y 50 segundos.
Con 24 segundos por jugar, el conjunto granadino dispuso de un ataque con empate a 31. Se suponía que era el último del encuentro. La escuadra de Fuentenueva apuró la circulación hasta dejar en el electrónico 10 segundos y buscar el lanzamiento definitivo, pero el pase final fue interceptado por Vink, que marcó el gol que daba el triunfo al conjunto burgalés en una jugada que duró seis segundos (robo, contraataque y transformación). Ya no hubo tiempo para más.
Irregularidad
El regreso de los universitarios a la competición ha sido muy irregular, aunque con más cosas positivas que negativas. De salida, los granadinos impusieron un ritmo de juego muy alto. Su defensa 5-1 estuvo muy activa, lo que permitió robar varios balones, y su ataque mostraba un acierto inusual. Después de soportar dos 'apretones' del Aranda, el marcador señalaba un esperanzador 9-5 (m. 12). Nicolás Godoy comenzó su particular exhibición con pases y lanzamientos de todo tipo y desde todas las posiciones. Pero el Universidad se dejó lo peor para los 10 minutos finales del primer periodo.
La defensa visitante intensificó su trabajo y el ataque local se fue espesando. De tener una gran efectividad anotadora se pasó a perder posesiones con suma facilidad. Un parcial de 2-4 y otro de 1-4 permitieron al Aranda Weimar irse al descanso con tan sólo un gol en contra (16-15).
Tras el intermedio, los primeros compases del segundo periodo fueron de gran igualdad. Los visitantes empataron a 17 y las alternativas en el marcador se sucedieron hasta el 21-21. A partir de ese instante, el Universidad se reencontró con su mejor juego. Pepe Pozo, Manuel Molina, Romero y Centurión se convirtieron en los ejecutores de los pases de Godoy.
Cambio defensivo
Los universitarios cogieron una ventaja de tres goles cuando restaban siete minutos por jugar (30-27). El Aranda transformó su defensa adelantada en un 6-0 que, como siempre suele ocurrir, fue un suplicio para los granadinos, que casi nunca llegan a encontrar soluciones positivas ante este tipo de planteamiento defensivo. La escuadra castellana, sin casi merecerlo y aprovechando las situaciones de superioridad por exclusión que tuvo, llegaba al final del encuentro con opciones de victoria. Tuvo una oportunidad para ponerse por delante a falta de 30 segundos para la finalización del partido. Chirosa detenía un lanzamiento de Santos desde el lateral izquierdo y el banquillo universitario paraba el partido cuando quedaban 24 segundos.
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