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José Luis Serrano, escritor: «'Zawi' es una epopeya de nuestros orígenes»

El autor recupera la figura del mercenario de Almanzor «La Reconquista como leyenda nacional española no puede reconocer que Granada fue fundada en el siglo XI»

INÉS GALLASTEGUI

Viernes, 19 de mayo 2006, 02:00

José Luis Serrano (Granada, 1960) presenta hoy en la Feria del Libro su última novela, 'Zawi', una epopeya protagonizada por el mercenario beréber reclutado por Almanzor que fundó Granada. Con este título de la colección histórica de Roca Editorial, el profesor de Derecho cambia de registro. El lanzamiento coincide con la edición en bolsillo de sus dos anteriores novelas, de género policiaco, 'Al amparo de la ginebra' (2000) y 'Febrero todavía' (2001).

-Zawi Zirí no es una figura histórica muy conocida, aunque en el libro aparece como un personaje fundamental en la guerra de Córdoba y en la fundación del reino de Granada...

-Probablemente es el fundador de Granada. Él toma una decisión muy importante: trasladar la población de Medina Elvira (en el término de Atarfe) a 8 kilómetros de distancia, frente a Garnata al Yahud. En efecto, no tiene ni siquiera una calle o una plaza.

-¿Por qué?

-Tiene una explicación muy simple: si Granada es la ciudad que cierra la Reconquista y no es la misma ciudad romana que se llamó Elvira, sino que probablemente es una fundación judía y después beréber del siglo XI, no pudo ser conquistada ni reconquistada, con lo que el mito entero se viene abajo. La Reconquista como leyenda nacional española necesita que Granada sea reconquistada; entonces no se puede reconocer que fue fundada en el siglo XI.

-¿Cómo descubrió al personaje?

-En las memorias de Abdalá, publicadas en Alianza con el título 'El siglo XI en primera persona'. Este libro aparece en 1930 en la mezquita de Fez y son las memorias del último rey zirí de Granada, expulsado por los almorávides en 1090, que escribe sus memorias desde el exilio en Marruecos. En estas memorias cuenta que fue Zawi quien decidió el traslado de la ciudad de Medina Elvira a Granada. Y hay un retrato curiosísimo de la sociedad de entonces: dice que los granadinos se llevaban tan mal que cada uno construía un baño para no coincidir con sus vecinos.

-¿Qué hay de histórico y qué hay de novelesco en 'Zawi'?

-Es legítimo leer novela histórica para aprender historia; es una lectura posible, pero no es la que yo quiero como autor. He escrito una novela y quiero que se lea como una novela. Más que una novela histórica, es una epopeya. El libro que yo he tenido delante para escribir es la 'Iliada'. Quiero que sea una especie de leyenda originaria, una forma de contar nuestros orígenes, como hacía Homero. La épica era un género literario, no científico, no histórico. Lo que pasa es que hay un montón de cosas que son verdad.

-¿Zawi es un héroe valiente o un mercenario brutal?

-Es un personaje que empieza cayéndome bien y termina cayéndome mal a lo largo de la novela, y me parece que los lectores van a tener la misma sensación. Él es un mercenario, pero detrás está una gran figura, el gran estadista que fue Almanzor. Éste cometió un error básico: traer mercenarios -por cierto de dos razas: vascos y cántabros del Norte y bereberes-, un ejército que acaba llevando a una guerra civil, la de 1009, comparable a la del 36, pero que no está en la historia que nos han enseñado.

-¿Tuvo que investigar mucho para escribir esta obra?

-Casi cuatro años. No hay demasiada documentación sobre la época. Pero el problema no era tanto ése como limpiar la lectura ideológica, las falsedades...

-¿Cree que la novela puede aportar a los lectores una visión nueva sobre ese periodo histórico?

-Habrá lectores a los que 'Zawi' les animará a buscar mis otras novelas, las policiacas, y a otros, a leer más historia, las memorias de Abdalá y el libro de Ignacio Olagüe 'La revolución islámica en Occidente' (editado en Francia como 'Los árabes nunca invadieron España').

-Además de escribir novela histórica y policiaca, es profesor de la Facultad de Derecho.

-Es el tercero en discordia. Ahora publico un libro de Teoría del Derecho y estoy muy ilusionado porque sale en una colección de temas científicos. Ya no sé es cómo desdoblarme... La verdad es que los libros te escriben a ti, no tú a ellos. Cuando un libro decide que va a ser escrito, te coge por banda y tú lo escribes. Y la sensación que tienes al final es que has hecho lo que tenías que hacer, porque el espíritu del libro te lo ha ordenado.

-¿Aspira a dedicarse sólo a escribir y olvidarse de las clases?

-Qué va, en absoluto. Yo soy universitario. La Universidad es una profesión en el sentido clásico del término: yo profeso en la Universidad. Y sin embargo la escritura es un oficio. Me imagino que si trabajase en una oficina de ocho a tres, sin demasiada vocación, estaría deseando dejarlo y dedicarme a escribir, pero en el caso de la Universidad no es así.

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