Árboles e insultos

Sr Director de IDEAL: Es triste observar con qué facilidad la gente insulta o difama. A ello casi nos hemos acostumbrado en nuestro país en el que la máxima audiencia televisiva se la llevan los programas en los que más se insulta o difama. Da igual de qué se trate o de quién se trate; quien más insulta se cree con más poder; se siente con más altura moral; se cree más chulético e importante. Sólo los acomplejados atacan sin argumentos e insultan sin razón. «Éste, como dijo Bergamín, es un país que no se entendería sin el vituperio » y añadiría yo, « y nuestra actual Granada sin insultadores». Todos hemos descubierto quién es quién en este lamentable asunto de los árboles de la Constitución. Por mucho que desde determinada organización política, por cierto, la única que está de acuerdo con la tala de árboles, se insulte a las personas que cívicamente se oponen a ello como es lo lógico, no conquistarán la razón. No la tienen y por eso sencillamente no convencen ni convencerán. Es lamentable en grado superlativo comprobar cómo la persona que queda al frente de la Alcaldía, nuestra Alcaldía, la de todos, no sólo suya o de su partido, se dedica a insultar y difamar desde el sitial del primer edil a las personas que presentan una manera de sentir, pensar o actuar distinta. «No insulta quien quiere sino quien puede», dice la máxima popular, y qué verdadero es. Quiero apoyar porque es justo y obligado a los que con sus actos cívicos están tratando de evitar que por un interés exclusivamente 'electoral', Nino García-Royo y Torres Hurtado, acaben con nuestros queridos árboles. Y lo quiero hacer muy especialmente a César Girón López que está batallando como un auténtico jabato por hacer que nuestra ciudad sea un poco más habitable para todos. Hace treinta y tantos años fueron Eulalia de la Higuera y otras mujeres. Ahora lo son César y otros ciudadanos, que además de estar velando por los árboles, están soportando los exabruptos e insultos de quienes temporalmente, esperemos que por poco tiempo, detenta en el poder en nuestra ciudad.