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Antonio muestra algunas de las plantas medicinales que utiliza.
El sanador de animales

El sanador de animales

Antonio Quirantes, vecino de la Alpujarra, lleva 60 años curando vacas, mulos y burros con plantas medicinales sin cobrar nada

R. VÍLCHEZ

Lunes, 25 de mayo 2015, 00:37

Se llama Antonio José Quirantes, aunque muchos de sus amigos también le llaman El Rulo. Antonio nació en la localidad alpujarreña de Pórtugos en 1934 y cuando cumplió 21 años comenzó a curar gratis todo animal en mal estado que se le ponía por delante con remedios naturales heredados de sus antepasados. El Rulo es una enciclopedia viviente de platas medicinales. Los habitantes de la zona creen en él porque ha curado y sigue arreglando los males más rebeldes de animales y aves usando en la mayoría de los casos plantas medicinales como la manzanilla, el mastranzo, el hinojo, la ortiga, el laurel, el olivo, el granado, la malva o la hierbaluisa.

Algunos vecinos de su pueblo y de Trevélez, Busquístar, Juviles, Bérchules, La Taha de Pitres, o el Barranco de Poqueira, reclaman sus servicios cuando un animal se le pone enfermo. El Rulo es una persona amable y conversadora, altamente estimado en su tierra por que ha sido la salvación de muchos animales y de algunas personas sin posibles. Es un verdadero hombre de la tierra, un maestro de la medicina natural que nunca cobra por sus sanaciones. Muchas personas se han asombrado al verlo realizar exitosas operaciones. En algunos casos con solo ver El Rulo la boca, los ojos y el pelo sabe los males que tienen los animales y como combatirlos.

Antonio El Rulo tan solo fue a la escuela de su pueblo un día por que se peleó con su maestro al ver que este le había pegado a su hermano. El aprendizaje lo realizó en Órgiva con sus primos, la familia Carrascosa Salas. Antonio comenzó a trabajar en el campo a corta edad para ayudar a sus padres. Lo primero que hizo fue guardar cabras. Después se doctoró en la universidad de la vida rural. Lo pasó muy mal cuando perdió a su único hermano a corta edad. Hizo el servicio militar en África. Pasados 15 años de lo de la mili contrajo matrimonio con María Pérez, un talento de mujer que le sigue ayudando mucho. También hace medio siglo ejerció de concejal en su pueblo durante ocho años y de alcalde durante tres meses.

Pero eso no es todo, Antonio El Rulo para saber más hizo un curso de veterinaria mientras guardaba su ganado. En 1973 ingresó en Correos a media jornada y por eso tuvo que vender la leche de sus 30 vacas y trabajar en el campo, siempre con la ayuda de su mujer, para poder sacar la casa y a sus tres hijos adelante.

A pesar de sus múltiples facetas nunca ha dejado de curar animales. «Nunca he cobrado a nadie por las curaciones. Gracias a Dios no me ha hecho falta. He asistido a centenares de partos de vacas, he curado muchos tendones a caballos, mulos y burros, he operado a marranas de cría, cabras, ovejas, gatos, pavos o perros. He combatido infecciones y enfermedades parasitarias con remedio naturales, antes más que ahora, porque la Alpujarra se está quedando sin animales domésticos», confiesa El Rulo.

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