Policías defienden el trato a los inmigrantes en Motril

¿Dónde estaba 'Andalucía acoge' en 2001 cuando los inmigrantes que llegaban en patera a Motril dormían hacinados en los pasillos de la vieja comisaría o al raso y esposados en las instalaciones del Puerto? Los miembros del Sindicato Unificado de Policía (SUP) en Motril se hacían ayer esta pregunta. Y es que, precisamente, fueron ellos, con agentes como Juan Manuel Aguado a la cabeza, los que, en aquellos duros años en los que la Costa se vio superada por el drama de la inmigración denunciaron el trato que se les daba a estas personas y enarbolaron la lucha para dignificar sus condiciones en Motril. Por ello, a los agentes de Policía Nacional que custodian el centro del Puerto le ha dolido especialmente que la ONG 'Andalucía Acoge' criticara el trato que reciben los inmigrantes, a los que se identifica con marcas de tinta en la piel.

Las quejas de Andalucía Acoge sobre el trato a los inmigrantes en el centro de Motril motivaron que el Defensor del Pueblo, Enrique Múgica, recomendara el cierre de las instalaciones de recepción de inmigrantes «porque no cumplen con los requisitos necesarios para su buen funcionamiento». La ONG reivindica que se mejore la coordinación de los funcionarios en la custodia de los inmigrantes, que se agilice el traslado de estas personas a otros centros asistenciales y que se lleve a cabo la puesta en conocimiento del Ministerio Fiscal de la presencia de menores.

Además criticó la retención de estas personas por no tener en orden su documentación «cuando esto es una falta administrativa por la que no se debería privar de libertad a estas personas». El propio Gobierno central respondió que se subsanarán «dentro de lo posible» las deficiencias denunciadas.

«Respetuosa y digna»

Sin embargo, el SUP defiende que los inmigrantes que llegan en patera a la Costa son tratados «de forma humana, respetuosa y digna, dentro de las posibilidades de las que se dispone y atendiendo a la infracción que han cometido, que es una entrada ilegal en territorio nacional». Los policías sostienen que en todo momento se individualizan los expedientes sancionadores, como lo demuestran, dice, las resoluciones personalizadas y nominativas. Según el sindicato, además los funcionarios de extranjería, ante abogados y con interpretes, notifican individualmente a los inmigrantes, y una comisión judicial les pregunta uno a uno por sus circunstancias personales en presencia de un letrado. El SUP resalta que siempre que llega un menor en patera, se notifica a la sección de Menores de la Fiscalía del TSJA, y que cuando llega con su progenitor se les mantiene siempre juntos.

La presidenta en Andalucía de la organización humanitaria, Mamen Castellanos también consideró «inadmisible» la existencia de cámaras en las estancias para controlar a los inmigrantes, algo que «vulnera el derecho a la intimidad de las personas allí internadas».

En cuanto a las cámaras de vigilancia criticadas por la ONG, los policías recuerdan que no están ahí para violar la intimidad de estas personas sino para garantizar su seguridad, ya que en más de una ocasión los inmigrantes del centro de Motril han protagonizado fugas y reyertas. El SUP considera también que el centro temporal del Puerto soluciona la acogida de los inmigrantes «que llegan con síntomas de hipotermia y lo que menos necesitan es un viaje a otra ciudad para ser internados en otro centro».

Por último, el sindicato reprochó la actitud de «algunas organizaciones humanitarias que sólo se han interesado por los inmigrantes llegados en patera a raíz de que se estableciera una partida presupuestaria para su atención».