

Secciones
Servicios
Destacamos
Edición
MARÍA DOLORES TORTOSA
Lunes, 22 de febrero 2010, 03:03
Vino, se dio un baño de multitudes, se cargó las pilas ante los 16.000 militantes y simpatizantes congregados en el Palacio de Ferias que le jalearon sin parar y se fue de regreso a Madrid. Apenas tres horas estuvo José Luis Rodríguez Zapatero ayer en Málaga. Tiempo para escuchar a Chaves y a Griñán, echarle flores a uno y a otro, también a Magdalena Álvarez. Tiempo para inyectar de ánimo a un partido bajo de moral por la pérdida de apoyos que le auguran las encuestas, incluso en Andalucía (ayer otros dos sondeos vaticinaban la derrota socialista en esta Comunidad), y sobre todo, asaeteado por el paro y la crisis. Sobre esta centró el líder del PSOE su principal mensaje.
Rodríguez Zapatero admitió que la situación es delicada y que es un desafío que exige «sacrificio y confianza», por lo que hizo un llamamiento enérgico a la unidad de todos los partidos para salir de la crisis. Apeló a la «mayor cooperación de todos» para afrontar la situación, en referencia a la reunión que el jueves mantendrá su Gobierno con los grupos políticos para elaborar medidas que combatan la desaceleración económica. En este punto rogó al PP que acuda a la reunión y presente sus propuestas. Su mensaje tenía un destinatario concreto: «Señor Rajoy no le pido que ayude al Gobierno, le pido que ayude al país, que se responsabilice con la sociedad española, se lo pido y se lo ofrezco, porque diciendo que no a todo no se ayuda a España a salir de la crisis».
Reiteró que busca un acuerdo político «sin condiciones», económico y social, para el que instó a trabajar «las horas que sean necesarias». Un acuerdo que apueste por la economía innovadora y los sectores productivos, que busque una salida formativa a los jóvenes que se han quedado en el paro de la construcción, que apueste por el sector productivo y que reduzca el déficit. «Claro que vamos a reducir el déficit -dijo-, pero garantizando que el gasto social no se va a recortar».
Reproches al PP
¿Qué se va a recortar? «Lo que se pueda hacer más tarde», dijo Zapatero sin dar más detalles y marcando la hoja de ruta: «Primero vamos a crecer, después a dejar de destruir empleo, luego a crearlo, y nos vamos a dejar la piel para conseguirlo», manifestó ante un auditorio entregado.
Sobre lo que sí dio detalles fue sobre la solvencia de España. En este aspecto se mostró contundente, e incluso reprendió duramente al PP por cuestionar la solidez del país y acusó al líder de la oposición de querer tender «un manto de pesimismo» sobre el futuro del país. «No hay derecho a que nadie ponga en duda la solvencia de España y de sus cuentas públicas», manifestó. Agregó datos, como que las cuentas públicas están en mejor situación que la media europea o que el gasto en la deuda en 2000 cuando gobernaba el PP era del 8% del total del Estado, el doble que el de 2009, que fue del 4%. «Ellos decían que el 8% era una maravilla. Así se escribe la historia», dijo recriminando al PP por «desacreditar a España» en los foros internacionales, algo que calificó de «inmoral».
Nunca contra los débiles
Las puyas de Zapatero también alcanzaron a los especuladores y al sector financiero internacional, a los que culpa de la crisis y a los que advirtió de que son necesarias reformas en el sistema para no volver a caer en otra crisis igual. Se mostró contundente en varias ocasiones ante un auditorio mayoritariamente de clase trabajadora venido de todos los pueblos andaluces en autocares.
El presidente Zapatero, con chaqueta de pana y camisa a rayas, se comprometió a volver a crear empleo y a no ceder ante las presiones de los que le piden un recorte de los derechos sociales. «Nunca, nunca, nunca en contra de los más débiles», dijo contundente. Era una advertencia también para la derecha a la que invita a negociar el acuerdo propuesto esta pasada semana. «Pese a que me lo pidan y me lo pidan, con este Gobierno los trabajadores no van a perder derechos en la reforma laboral», añadió.
Con su intervención en el mitin de Málaga, Zapatero retoma la iniciativa política para recuperar el apoyo ciudadano. Estaba previsto que su presencia en un acto del PSOE fuera ayer una excepción en su agenda durante la presidencia española de la UE. Nunca ha faltado a la celebración de los socialistas del día de Andalucía. A partir de ahora Zapatero cambia de estrategia e intensificará su presencia en actos como el de Málaga.
Actos en los que inyectar ánimo a la militancia socialista, a la que pidió para combatir la crisis «esfuerzo, sacrificio, responsabilidad y confianza en el futuro». Pero a la que también regaló el oído, sobre todo a la de Andalucía. El líder socialista afirmó nada más subir a la tribuna que el PSOE es lo que es en España «gracias ante todo a los socialistas andaluces». Reconoció la aportación de esta Comunidad a la cohesión nacional. «Andalucía es la columna de la convivencia en España y es la columna más fuerte del PSOE, agregó.
Y no se olvidó de las encuestas que vaticinan un triunfo del PP en esta Comunidad por primera vez en democracia. Zapatero se mostró confiado en que el PSOE volverá a ganar en Andalucía, donde la derecha -dijo- «lleva tanto tiempo esperando un milagro».
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
España vuelve a tener un Mundial de fútbol que será el torneo más global de la historia
Isaac Asenjo y Álex Sánchez
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.