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JUAN LUIS TAPIA jltapia@ideal.es
Viernes, 25 de junio 2010, 03:54
La Armada Invencible, la mega operación naval de Felipe II para invadir la Inglaterra de Isabel I no logró su objetivo debido a las colas de un huracán, que estrelló las naves contra las rocosas costas de Irlanda. «¿Qué pasó con los supervivientes, con los náufragos que quedaron en Irlanda a merced de las tropos inglesas?», pregunta el escritor extremeño José Luis Gil Soto para presentar la historia relatada en su novela 'La colina de las piedras blancas' (Ed. Styria). «Siempre se ha tratado la batalla y sus consecuencias pero no el drama humano de los 30.000 soldados españoles que desaparecieron», indica Gil Soto.
El escritor se ha servido para trazar esta novela histórica de la extensa carta del segoviano capitán Francisco de Cuéllar, «quien consiguió llegar a Amberes y enviar una misiva que permaneció oculta en el archivo de Simancas hasta el siglo XIX». El relato de este oficial español narra su historia personal y lo que les ocurrió a sus compañeros, «una auténtica masacre a manos de los ingleses, que torturaban y asesinaban a los españoles conforme llegaban a las costas de una Irlanda en manos de Inglaterra», explica el extremeño.
El título de 'La colina de las piedras blancas' se corresponde con el lugar homónimo existente en el litoral irlandés, «en la que se encuentra la fosa común donde fueron enterrados más de un centenar de náufragos españoles, un espacio marcado por piedras blancas». El narrador se documentó 'in situ' para ambientar esta novela y visitó unos parajes que «están plagados de topónimos españoles que hacen referencia a aquel hecho histórico, incluso hay un hostal que se llama Armada».
José Luis Gil Soto prefiere hablar de incumplimiento del objetivo militar más que de derrota de la legendaria Armada Invencible, «porque el desastre no se produjo durante la batalla sino por la tempestad que impidió lograr el objetivo».
La finalidad de aquella macroflota de guerra «consistía en bloquear el Canal de la Mancha, para que llegaran hasta Inglaterra las tropas españolas de Flandes». ¿Cuándo y por qué se produce el desastre? El novelista opina que «fue cuando desobedecen las órdenes y deciden rodear la costa y acercarse al litoral irlandés sobre el que habían sido advertidos». «En aquel momento -añade- les sorprendió un huracán y se quedan sin agua y sin comida, a merced de los elementos». Los soldados se arrojaron impulsados por el hambre y la desesperación sobre los acantilados irlandeses, «donde los esperaban los ingleses, que habían derrotado a los clanes de Irlanda, y tenían órdenes de torturar y matar a todos los españoles, pero hubo unos pocos supervivientes». Los cronistas del momento, siempre según el autor extremeño, «decían que no hubo familia noble española que no se vistiera de luto».
Verdad y mentira
Gil Soto desdramatiza que aquel desastre supusiera un duro golpe al poder naval español de la época, «porque a partir de aquella fecha se modernizó la flota del imperio español, ya que se quería impedir el predominio de los barcos británicos sobre el Atlántico».
El autor considera que «una buena novela histórica contiene un relato de ficción pero debe estar muy bien documentada, y que al lector le refresque la memoria sobre lo que sucedió». En esta línea, la labor de este autor ha consistido en utilizar el relato real, la carta de Francisco de Cuéllar, para contar la historia de un soldado de ficción que vive su misma experiencia. «Hay acontecimientos que pueden parecer ficción y que son totalmente reales como la defensa por parte de ocho españoles de un castillo en poder de un clan irlandés, y se enfrentaron ante un poderoso ejército inglés», señala el escritor. A fin de que el lector consiga diferenciar los hechos reales de los inventados por el autor, José Luis Gil Soto pone una nota aclaratoria al final de la novela, «porque la historia debe ser contada, pero siempre hay que decirle al lector que es verdad y lo que es mentira o fruto de la mi imaginación».
La edición de 'La colina de las piedras blancas' luce una banda en la que se promociona como 'Finalista II Premio CajaGranada de Novela Histórica'. La obra fue presentada al certamen literario bajo el título de 'La tumba de los españoles' y el seudónimo de Ironside, «que es el nombre del matrimonio que me ayudó en Irlanda a localizar los espacios en los que se desarrolla la novela». «Ser finalista de ese certamen y asistir a la gala literaria ya fue un premio suficiente», comenta.
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