España pone orden en los 5.000

Llevar a Jesús España en una carroza es un suicidio. El madrileño es demoledor en la última vuelta. No conviene invitarlo a un esprint después de 4.600 metros. Y ese fue el error de sus rivales en la final de los 5.000: Sergio Sánchez y, sobre todo, Alemayehu Bezabeh. España (oro con un tiempo de 13:18.46) aprovechó su oportunidad y en un giro final en 56 segundos liquidó a sus oponentes. El campeón de Europa cruzó la meta y lo primero que hizo fue levantar el dedo índice. Era el número uno. «Todos los años aparece un favorito nuevo y siempre gana el mismo», sentenció, henchido de éxito, nada más conquistar su séptimo título en unos Campeonatos de España.

Sergio Sánchez y Alemayehu Bezabeh comparten representante y poco más. Cada día parecen estar un poco más lejos. El leonés ya rozó la polémica el pasado invierno, cuando aseguró que hubiera preferido que otro atleta español, antes que Bezabeh, hubiera sido el primero en ganar un Europeo de cross. Y este sábado, después de marcar un primer mil muy veloz (2:36.70), con un primer 200 en 28 segundos, el subcampeón del mundo 'indoor' le recriminó a su rival que no colaborase. Ese gesto coincidió con un pequeño contratiempo para Sergio Sánchez, quien notó en la quinta vuelta como se le escurría el calcetín por debajo del talón.

La carrera se durmió hasta las últimas dos vueltas, hasta que llegó el momento predilecto de Jesús España, infalible en la última vuelta, como también lo fue Natalia Rodríguez ante Nuria Fernández en los 1.500. Tras él entró Bezabeh y por detrás de ambos Sánchez y Carles Castillejo, cosidos por la cuerda, metiendo los codos mientras casi sacan a tortas a un doblado que perjudicó al catalán.

El espectáculo de parte de la élite europea de los 5.000 fue un adelanto de una final continental, en Barcelona, en la que cualquiera de ellos puede colgarse una medalla. Sergio Sánchez se ratificó ayer en su idea de doblar en Barcelona, aunque introdujo un matiz. «Hay que decidirlo en frío, no ahora, y hablaré con el seleccionador para tomar la última decisión. Yo creo que hay que aprovechar los momentos de forma».