Lentegí no olvida a Sam

«No hay mejor tesoro que el que guarda el corazón». Esta frase de una canción de Macaco fue la elegida para figurar como leyenda en la placa de mármol oscuro que recordará para siempre, en un mirador de Lentegí, al desaparecido Kevin Holmes, el copiloto del helicóptero de Salvamento Marítimo Helimar 207 que el pasado 21 de enero perdió la vida tras caer al agua el aparato en el que viajaba. Para todos los habitantes de Lentegí, su pueblo 'adoptivo', Kevin Holmes era Sam, un especial vecino que supo ganarse el corazón de todo el pueblo.

El malogrado copiloto era de origen neozelandés y hacía seis años que vivía en la pequeña localidad del Valle de Río Verde. Sam se enamoró de Lentegí y se había convertido en un vecino muy querido, hasta el punto de que todos los habitantes de Lentegí lloraron su pérdida y el Ayuntamiento acordó en pleno brindarle un homenaje póstumo. Lo ha hecho esta semana con la dedicatoria al piloto de un mirador en un paraje conocido como 'El Molinillo', con espectaculares vistas sobre el pueblo y el Valle y muy cerquita del cielo. «Es un lugar especial para una persona muy especial», dijo el alcalde, Ángel Fajardo, durante el emotivo acto de inauguración del mirador de Sam. Al acto asistieron su viuda, Vera Abram Moreno y numerosos amigos y vecinos de Lentegí.

Viajeros

Sam y Vera pusieron sus miras en Lentegí tras recorrer medio mundo. En este pueblo, estaban totalmente integrados y en él habían hecho sus planes de futuro, entre los que figuraba el acondicionamiento de dos antiguas viviendas para hacer un alojamiento rural, como recordó emocionado el alcalde. El fatal accidente truncó de forma dramática las vidas de esta pareja.

«La muerte de Sam nos marcó mucho a todos los vecinos y queremos recordarle para siempre con este mirador. Elegimos este lugar porque él solía hacer mucho esta ruta con Vera. 'Sam' era una persona muy especial. Tenía mucho trato con todos los vecinos mayores y pequeños. Se me ponen los vellos de punta al recordarle, era una persona joven y activa que llegó a los corazones de los vecinos de todo el pueblo», relataba Ángel Fajardo, mientras Karina Franco, gran amiga de Sam, asentía cada una de sus palabras. Vera, su viuda, fue la encargada de arrojar desde el mirador parte de las cenizas de 'Sam'. Lo hizo emocionada, recordando a su pareja con una sonrisa pero sin poder evitar a su vez que las lágrimas recorriesen sus mejillas. A Vera no le faltaron abrazos, gestos de consuelo y sonrisas de todos los asistentes, que le recordaron que en Lentegí eran muchos los que querían al piloto fallecido.

Lágrimas

Entre lágrimas Vera comentó que era un acto «muy bonito, emotivo y muy especial». «Ha sido una sorpresa muy buena. Intento superar su pérdida poco a poco. Estoy contenta por haber elegido Lentegí para vivir, es un detalle muy bonito del pueblo y del Ayuntamiento», añadía.

Vera y Sam convivieron durante diecisiete años, tras conocerse en Madrid. Después vivieron en Inglaterra antes de recalar en Lentegí donde pasaron seis maravillosos años. Las lágrimas volvieron a brotar de los ojos de Vera cuando le pidieron unas palabras sobre Sam. «Era una persona muy especial y querida que le gustaba hacer muchas cosas y por eso estaba en ese helicóptero», comentó su viuda. La noche caía y en el mirador que recordará para siempre a Sam y a sus dos compañeros fallecidos en el accidente se encendían las farolas solares. Entonces sus amigos brindaron por él.